Tengo más de seiscientos atardeceres qué no te veo y más de trecientas noches esperando que regreses para calmar mi corazón qué me reclama porque diablos he permitido qué te escapes así de mi vida. Se me han acumulado un monton de sueños rotos mezclados con las ganas de mirarte y verte sonreír. No se como empezar a explicarte lo que siento y menos como terminar de hacerte entender que no puedo darme el lujo de perderte para siempre.
Te extraño, quiero que vuelvas porque me hace tanta falta escuchar tu voz y sentir tus manos recorriendo mi piel, vuelve que no me acostumbro a solo verte pasear por mi mente, ni a platicar contigo en mi soledad, ni a darle besos a tu espacio vacío. Tu y yo tenenos tantas cosas pendientes, un amor en pausa, un deseo en espera, abrazos listos para sentir nuestros cuerpos entrelazados y miles de besos para darnos.
Yo se que tu tambien te mueres por verme así que dejemos a un lado el silencio, los miedos, las inseguridades, los problemas, las ansiedades, los prejuicios, la desesperación y volvamos a empezar.