Dicen que el amor se extingue
como la llama de un cirio
que día a día consume
su luz, su fuego y su brillo,
dicen que el amor se estanca
como las aguas de un rio
cegado por la sequia,
por el fango y el hastío,
dicen que el amor anida
en tiempo de primavera,
construye con gran cariño
su hogar entre los frutales
mas cuando llega el otoño
se va a buscar otros lares
otro paisaje, otro clima
donde entonar sus cantares
donde alzar de nuevo el vuelo
y encender nuevas pasiones.
Pero hay un amor eterno
que no abandona su nido
que da vida a sus polluelos,
calor consuelo y cobijo
y forma con su pareja
un mundo cálido y tierno
donde mudar de plumaje
donde ver pasar los tiempos
y esperar juntos y unidos
a recibir el invierno
cantando bajo la lluvia,
volando en un solo vuelo,
porque el amor verdadero
no teme al frio ni al hielo.