Ely.M.

Dos

 

Hay caminos
que deben estar separados
y siempre ser dos.
Cada uno con rumbo diferente,
cada cual con su destino.
Hay horas que nos separan
y entre las horas hay minutos
y segundos.
Hay kilómetros, hay mar,
hay tierra, hay aire.
Tantas cosas para separarnos
y volver a ser dos.
Ser dos como al principio.
Yo sin ti y tú sin mí.
Dos completos desconocidos,
divididos por las fronteras
por un idioma, por un tamaño
y un color.
Un pensamiento, miles de gentes
montañas, valles, llanuras
y hasta desiertos.
Hay tanto para ser dos.
Pero insistimos en ser uno.
Y enfrascamos las diferencias,
las distancias, los caminos.
Tratando de unir en una mente
y en un solo corazón
lo que es de dos.
Entrelazamos los sentimientos,
las emociones de dos almas
completamente diferentes.
Todo para ser uno,
para combinar, acoplar
y marcar una unión
que va más allá de lo físico.
Una unión tangible al papel
y la pluma.
Una unión de dos
que siempre fueron uno
cada cual por su lado.
Ése vago y a veces fallido
experimento al que llamamos
amor.
A veces nos separa más
de lo que nos une.