Es fácil decir que la esperanza es lo último que muere, pero la realidad es que ha sido mi peor enemigo porque me jura qué algún día vas a volver y no pasa causandome ansiedad, desesperación y tristezas.
He hecho de todo, le he dado tiempo al tiempo y no te olvido. He limpiado cientos de veces mi piel pero aun sigo transpirando tu aroma qué dejaste penetrado en mi cuerpo desde la última vez que nos besamos. He tratado de no soñar contigo pero es que en todos apareces siempre tan hermosa, siempre sonriendo, siempre abrazandome y al despertar te desvaneces tan pronto entra luz a través de mi ventana. He cambiado desde que te has ido porque al no tenerte he olvidado como era cuando estaba contigo, no recuerdo quien fui y extraño tanto esos momentos.
Como me arrepiento de todo lo que paso, dejarte ir así fue mi peor error, solo me queda hacer las paces con la esperanza y pedirle al cielo qué me de una oportunidad más, poder volver a casa e inténtarlo de nuevo. Cada día me cuesta más, no puedo seguir, mi pulso no da si no te tengo junto a mi.
Así he vivido este tiempo lejos de ti, me haces falta para respirar, el vacío qué dejaste no se va de mi y en tu lugar solo hay dolor, nada es igual desde que tu no estas, tu ausencia se ha vuelto una enfermedad sin fin qué no conoce compasión, que penetro dentro de mi corazón contaminando mi sangre consumiendome lentamente matandome de amor y lo peor... Lo peor es que no me mata.