Una forma de dormir
es como cuando se muere
y otra como cuando se viaja.
En una caes en un pozo sin fondo
y en otra vuelas.
En una borras colores
y en otra abres ventanas.
En una retornas solo
y en otra embarcas fantasías.
Habrá que aprender a viajar
o a convertir la muerte en viaje
y el viaje en viaje para seguir viajando.
Y en el viaje distinguir las catedrales
de los embarcaderos con las flechas correctas.
Podría haber alternativas más complejas
pero es mejor dejarlas
en los retablos de puertas entreabiertas.