Escuchar en dolby atmos,
con cinco o nueve canales,
en las barras especiales
que con gusto hemos comprado;
películas que escuchamos,
enfrentamiento de rivales,
los estruendos infernales
con sonidos inesperados;
con imágenes coloridas
y cercanías muy íntimas
que casi todo delatan;
escenas bien definidas,
que deleitan las retinas
y los oídos destapan...