Carlos Eduardo

Llora, llora, llora

 

Lloro de día y de noche,

 

todo el tiempo desde niño,

 

deseo llorar hasta el último día de mi vida,

 

llorar porque sí,

 

hasta alcanzar la paz,

 

pues la paz es lo más preciado,

 

cuando lloro sin lágrimas

 

es que estoy soñando de lo fantástico,

 

lloro por el universo entero e incomprensible,

 

por lo infinito, lo eterno, lo vacío,

 

asesinos y víctimas, sanos y enfermos, locos y cuerdos,

 

siempre encuentro porque llorar,

 

el bien y el mal, el cielo y el infierno,

 

intento barrer todo,

 

pasado, presente y futuro.

 

Lloro por lo concreto y lo abstracto,

 

por lo visible e invisible,

 

por todo y todos.

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