A ver, cómo pasó a explicarte. Que no suene aburrido o dramático. No quiero arrancar escribiendo mis lamentos comunes de una vida lejos de quién eras. Decirte que desde que te fuiste el cielo perdió color, la vida paso de ser una maravilla, a un infierno. Es un poco ordinario, y expresa más nada que poco, o no describe lo que realmente siento. La realidad es que intentando encontrar las palabras justas, comienzo a experimentar tanta furia, que noto el vacío terrible más allá de un físico y lo que se esconde detrás de el. Te juro, respiro profundo porque cada segundo es peor que el anterior y el aire no entra a mis pulmones. Es verdaderamente desesperante querer gritar muy fuerte, llorar hasta quedar escasa de lágrimas. Verme sin saber para dónde ir, buscar donde esconderme de todos. Es inexplicable este sentimiento, quiero hablar, pero no sé qué decir. Entonces me enojo mucho con la naturaleza, la muerte egoísta que no depara en nadie. Mis emociones se desencadenaron en la tristeza que, con este abril, ya son cinco meses. Todo se torno en un invierno mojado, de esos fríos y húmedos, después de llover sin parar. Vos sabés cuánto odio ese clima, y ahora no son más que un rostro húmedo, garuando cada vez con más fuerza, hasta declararse en tormenta. El corazón se oscurece de tanta agua que acumula hasta el momento en que revienta y entonces los ojos derraman el dolor. Es bonito cuando eso pasa, ¿sabes? Si, porque es en la única ocasión que siento lleno ese hueco; aunque sea de un enorme dolor. Me reconforta saber que puedo ocuparlo, aunque sea para sufrir.
¿Sabes algo más? Es confuso querer que me acompañe la música mientras escribo, querer ésta soledad y a la vez un abrazo comprensivo y callado. Tal vez lo que busco es una nueva respuesta para seguir viva. Porque decir que a menudo tengo pensamientos suicidas, sería un boleto seguro al psiquiatra, a pastillas antidepresivas. Sin más, me lleva a preguntarme, por qué no es aceptable que una persona no tenga deseos de estar vivo. Obligar a alguien a vivir es un poco retorcido, ¿No te parece?
Estos trece años fueron los que han hecho que despertar sea agradable, pero vos y yo sabemos con certeza, que antes de que llegarás, yo no tenía deseos de arrastrar mí cuerpo por este mundo. Ahora que te fuiste, refuerzo con toda mí alma, que no quiero estar acá. A diferencia, de que ahora estoy más grande, y más cansada. Podría decirte que estoy lista para dejarme ir y perderme en el limbo, buscando tu luz. Eso sí, me molestaría mucho irme y saber que hay gente llorando al lado de mí cuerpo, pues como dice la canción; - \"si voy a morir solamente una vez, me merezco la fiesta\". Y aunque esto suene demasiado exagerado, es mí legado; el sueño eterno, oh si, cielo grande, reunirnos los dos.