En la penumbra de tu soledad, no estuve allí,
Mi sombra ausente, en tu noche sin fin.
Perdón por las horas, los minutos, el tiempo perdido,
Por no ser el refugio, cuando el cielo ha rugido.
Mi preocupación por ti, una constante en mi ser,
Un eco en mi alma, que no puedo esconder.
Lamento no haber estado, en tu oscuro andar,
Mi espíritu inquieto, por no poder consolar.
Aunque mis pasos fallaron, en tu camino de espinas,
Mi corazón te busca, entre brumas y neblinas.
Perdón por el silencio, cuando necesitabas voz,
Ahora estoy aquí, para escucharte, sin adiós.
Perdón por no estar, en tu momento más gris,
Mi ausencia inadvertida, un vacío sin fin.
Tu silencio me habla, me grita, me implora,
Y en la distancia siento, tu corazón que llora.
Estoy preocupado, por ti, mi querido ser,
Mi mente en tu bienestar, sin poderlo contener.
Perdona mi fallo, mi error, mi descuido,
Mi corazón se aflige, por no haber estado contigo.