Nuestro amor fue un gran circo
donde no había payasos.
Sobre la cuerda dí pasos
y sobre el suelo dí brincos.
Tú resultaste un gran mago,
pues buena tu magia hiciste.
Te me desapareciste,
me diste un amargo trago.
Con todos mis sentimientos
hiciste mil malabares.
Derrumbaste los pilares
y arrancaste los cimientos.
Con mi flexibilidad jugabas,
me creíste contorsionista.
Y tú eras especialista
gran domador de esclavas.
Como gran zanquero y artista,
muchos aplausos recibías.
Todo fue una vil mentira,
eras solo un egoísta.
Y para la función final,
me presento de escapista.
Me libero de tu lista
en un acto sin igual.
Fue una temporada, no dos.
Se escuchan tocar las arpas.
Y se levantan las carpas.
Al circo le digo adiós.