Si Querer es Poder
Fuiste el Supino Ejemplo.
Fuiste el Aluvión de Sed de Justicia
que en la Sin Calma
Sembró la Semilla
que Altiva en su Pequeña Pequeñez,
Hizo Redoblar de Alegrías
el Tambor Ajeno del Fervor de Mirada.
Azoteas Intangibles
se Asoman entre los Balcones
de Hierros Vencidos y Oxidados
de Pobreza y el Hambre
de mi Latinoamérica Ignorada.
Y Allí Estás y Estarás Por Siempre
Como Ícono en Remeras, Vinchas y Tatuajes.
Nacido en Cuna de Oro
y de Estirpe Aristocrática,
Hiciste el Revuelo que entre Memorias
Nunca Ausentes
de Rebozo y Guerrillas Inmaculadas,
Apuñalan el Cuchillo y el Fusil
de tu Estampa Repetida, Che Guevara!
Brotes y Yemas
de un Junio que fue Invierno
Fue el Testigo de tu Nacer
Sin Saber Quién serías en tu Eterna Vida,
Mística Canción de Cuna
del Héroe de los Desamparados.
Bajo los Pies Descalzos de la Luna
y Con tu Asma Desbordado
Es Cercana Aún tu Presencia
que Jamás se Hundirá en la Nada.
Bebiste la Vida, Sin Descanso
y el Vino de Cada Estío,
Valiente , Aguerrido
y con la Prisa de la Brisa
que Untó tu Carne de Preludios:
Sones de Fusiles, Gritos de Libertad
entre Mitos Maravillados.
Que un Dios Lave Tus Aguas
Que un Dios te Juzgue, si es que Puede.
Alcón de La Paz o de la Guerra que
Entre Mate y Vino- Sangre
Fue el Águila y el Cóndor
que Abrió sus Alas de Libertad a la Pobreza
Por él , también Ignorada.
Ismael y el Mayo Francés,
Puntean de Canciones a tu Alma
que como los Vientos en Huracanes
Saben de tu Esencia
Y el Clamor de tus Ojos de Libertad Soñada.
Caminante de Sendas y sin Morada.
Será tu Nombre Admirado o Acribillado
en Aquel Bolivia Gris
que Quedó Enmudecido, Aletargado
y Sin Palabras,
Cuando fue la Bala de Muerte
que Mató la Esperanza
de los Pueblos que de Tanto Horrores Padecidos
Ya Entumecidos , No hablan.
Ya! Las Paredes de Cemento
Se Taladran Traspasando Tiempos
y Espacios que son Pasado,
En el Recuerdo Jamás Ausente
de Tu Nombre:
¡ Ernesto, Comandante Che Guevara!
Ahora en la Bolivia querida, tu nombre es:
San Ernesto de la Sierra!
(Patricia)