Algunos miden las oraciones por sílabas.
Otros miden las oraciones por el daño que hacen.
Y tú, sin pensar por la vida vienes y vas.
Quizá tus razones de vivir, solas no nacen.
Caminas por la vida intentando iluminar el sendero.
Llevas en la mano un encendedor y un cenicero.
Crees conocer el camino de piedras, el venidero.
No conoces ni la mitad, menos el camino entero.
La vida es fácil si todos a tu alrededor te protegen.
Si te equivocas mil veces y todo el mundo te aplaude.
Golpeas muy fuerte la puerta, y encuentras quien te abre.
Pides estar solo, y que así solo te dejen.
Crees que todos los días el cielo sale azul.
Nunca volteas a ver si está nublado, o si podría llover.
Nunca llevas paraguas, pues el sol siempre sale para ti.
Tienes la ventaja, que el mundo sonríe para ti.
Y te sientes más que otras personas.
No percibes el peligro en unas zonas.
Que por existir, un gran regalo al mundo, donas.
No te importa a quién dejes atrás, menos sin son personas.
Sigues en tu falso mundo de egoísmo.
Dónde pisotear a los demás te da lo mismo.
Solo vives buscando en todo el principio.
No votas a favor de nadie, ni del amiguismo.
Crees que eres único en el mundo.