I.
Otoñales versos de Rosalía
alojaron tu imagen en mi infancia,
se sumaron a su cómoda estancia
las fábulas de don Ramón María.
Eras en mi mente una fantasía,
tacto de seno, olor de la fragancia
de azucena, amor con extravagancia,
un ángel caído, la alevosía.
Pero cuando pude pisar tu suelo,
bañarme en tus rías, ver tu genista,
sentir cada paso como un anhelo
Me hiciste mil veces volver la vista,
me despertaste de un sueño de hielo,
consagraste dentro de mí a un artista.