En una montaña espesa
crecieron como elefantes
aquellos nobles gigantes
decía, niña Teresa.
Su verbo ahora confiesa
con tono muy desafiante
la muy buena interrogante
en busca de una sorpresa.
¿Quiénes son los corpulentos,
que en su lomo llevan cargas,
como grandes monumentos;
y sus crines, que son largas,
bailan al compás del viento
y peligran las descargas?
Siempre le invito a leer indicaciones en el comentario de autor. Éxitos. Muy agradecido.