Escribanía
Ya no usamos tinta ni tintero
tampoco un simple lapicero,
ni esa plumilla se acero
que se usaba con esmero.
La artística caligrafía
aprendida con paciencia
era de toda la escribanía
la pura y verdadera esencia.
Ahora no caen borrones
en los papeles inmaculados
que parecían botones
en mantones bordados.
Como las ciencias adelantan
a grandes velocidades,
a los papeles los suplantan
cacharros con otras utilidades.
Tocas una tecla sale una cosa
de los más peregrina
ya sea imagen o prosa
edulcorado como con sacarina.
Antonio Reina Moreno 20/04/2024