Mujer nata pletórica de curiosidad
con independencia de pensamiento.
Niña prodigio que aprendió a leer
a mirar y escribir la realidad en versos.
Fue en la corte virreinal
o tras las puertas de un convento
que lució belleza descomunal
como el caudal de su afán y entendimiento.
Su contundencia de proceder diversificado
La cercó entre las paredes del rechazo
Prefiriendo las rejas del discernimiento
y el recubrimiento de sueños a metáforas
de octosílabos versos en redondillas,
con metáforas, antítesis y metonimias…
o en prosas que de su ser volaron
con la cadencia de dorados pájaros.