Cuando todo el mundo duerme,
a veces yo me despierto,
todo parece estar muerto,
el silencio me hace inerme.
Es ante tanta quietud
donde me muestro indefenso,
al abrir los ojos pienso
del ruido en su magnitud.
Porqué ese extraño mutismo
sobrecoge y te atenaza,
porqué sientes la amenaza
de encontrarte ante un abismo.
En esa paz interior
buscas hallar las respuestas
al porqué, en las horas muertas,
sigues siendo un sufridor.
Ese reposo ganado
se muestra tan indolente,
que es un insomnio silente,
que al final te ha desgastado.
Classman