Una monótona lluvia humedece más al aire
que en esta tarde de abril estoy respirando,
mientras mis inútiles versos solo me nacen
para ver conmigo lo que estoy recordando.
Silencios que me acompañan como nadie
mientras la brisa es como un pañuelo blanco
donde mis lágrimas mueren en un instante
mientras el dolor me tiene entre sus brazos.
Fatigada mi alma en las profundidades
en el abismo donde la vida me ha dejado,
y desespero en el eco de todas mis verdades
en esta soledad donde me sigo yo arrastrando.
Necesidad de una voz solo para salvarme
buscando la clave de lo que no he descifrado,
sin un nuevo amor donde poder amarrarme
mientras la lluvia lentamente va pasando...