Millones de miedos me perseguían
y yo corría sin parar.
A las voces que gritaban mi nombre
no las podía callar.
Busqué un refugio inmediato
algo que me pueda salvar.
Llegué a la orilla, paré un rato:
estaba frente al mar.
Me intimidó su tamaño,
era grande de verdad.
Aquí entro y muero - pensé,
pero no...
entré al mar y me salvé.