Los gatos son seres admirables:
saben jugar cuando quieren,
descansar cuando lo necesitan,
buscar y brindar amor sin apegos,
adorar su independencia,
caminar con elegancia,
ser naturalmente pulcros,
y entenderte más de lo que puedes sospechar.
Sus ojos logran conmover con su ternura,
sus refinados oídos no toleran el ruido fuerte,
y se sienten ni más ni menos que un miembro de la familia.
Cuando tú adoptas un gato, recibes a un hijo.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay