Carlos Justino Caballero

ANIDÓ EN MI

 

En aquella lejana lejanía… en el tiempo

con sordo rumor de algún dolor,

donde eran las noches más largas que los días

vislumbraba en plenitud esa luz que ya brillaba

como la cruz del sur…

 

Aventé el dolor y dejé que me absorbiese esa ilusión

en la certeza interior del bien buscado

y en el cáliz del alma atesoré mi sueño

mientras pulsaba mi sangre ardiendo en llamas

y seguía esa huella del amor insistente.

 

Y es esta cercana cercanía, tiempo y vida,

que de pronto irrumpió en mi ser herido

con belleza y ternura desacostumbradas.

Una mujer tangible como la existente en sueños

me miró... y anidó en mi…