Suelo desfallecer durante largos periodos en escalas de segundo, suelo ensimismarme practicamente.
Soy y no soy enemigo.
Me pregunto quien no se cansa de las horas, traen prisa, de la tarde cual luz amarilla del semáforo, fugaz.
Soy y no soy enemigo.
Del tiempo y del mundo, del hoy que se asoma y se va enseguida, podrido por la rapidez que caen las palabras y las miradas, la respiración y las verdades, harto de celebrar una y otra vez festividades, somos seres anuales?, repetitivos, de limitados repertorios, dame libertad luz del mundo.
Soy y no soy enemigo.
Esclavo, libertario de mi mismo a deshoras de este mundo incongruente, asimétrico, devastador y ruin.
Soy y no soy enemigo de este día.