Cierro los ojos y veo
escenas de tu pasado
tu pelo largo castaño
entrelazado en mis dedos.
Y aunque ya estemos muy lejos
presiento tu cercanía,
revivo hermosos recuerdos
escenas de amor y risas.
Tu rostro joven y bello,
tu más hermosa sonrisa,
y aunque solo sean recuerdos
que pasaron muy deprisa,
añoro tus rojos labios
clavados en mis mejillas.
Cuanto amor hubo contigo,
ingente derroche de besos
y acariciando tus pechos
con honesta picardía,
sentía amor verdadero,
entregando por entero
lo mejor que poseía.
Qué dolor cuando te fuiste,
qué gran losa sobre mi alma
no encontraba paz ni calma
ni consuelo a mi dolor.
Todo era confusión
una herida desgarrada,
un puñal al corazón,
una historia inacabada.
Te apartaste de mi vida
y en el limbo me dejaste
con una profunda herida.
Te marchaste de puntillas
negándome a hurtadillas
tú explicación razonable.