Caen mis lágrimas
a los profundos abismos del dolor,
y mi destino confundido
ya no sabe si vengo o si voy...
Y veloz pasa el tiempo
mi vida en tempestad y sin timón,
mientras se llena de olvido
aquel ayer que fue para mí lo mejor...
Caen mis penas
como pétalos secos de una flor,
y yo me abro a este martirio
que busca de mí siempre lo peor...
Y el alma sin sentimientos
que no recogió su perdón,
mientras el pecado prohibido
cierra aquella historia de amor...
Cae junto a mí la tristeza
aquí lo que el viento no se llevó,
y este verso que escribo
solo sabe a mí y solo sabe a dolor...