Raiza N. Jiménez E.

¿Qué tal la franqueza?

Quién dijo qué, para amar, hay que renunciar.

Son prédicas de pasados, muertes y entierros.

Es lo que se vive, cuando, nos dejan de amar.

Hay fallos de amor que, abonan, los destierros.

**-**

Cuesta más, vivir en una mentira y un martirio.

En el amor, la verdad, es llave que abre el arca.

La claridad y honestidad del amor, es real alivio.

La farsa y la traición de Uno, mal futuro marca.

**-**

Pobre del Ser que, finja ignorar que, le mienten.

El engañado, no finge, es descuidado y apático.

Otras veces, teme que, con cólera, lo enfrenten.

Muchas veces, prefiere echárselas de simpático.

**-**

¡No hay ofensa mayor que, la traición, entre dos.

Es falso que, la ofensa de dos, sólo la sabe Dios!