Como no amarla,
como no respirarla,
Si ella es campo preñado de primavera.
El primer viento de otoño
esparciendo fragancias nuevas.
Ella es la brisa de la mañana,
acariciando el alma al respirarla.
Como no amar la dulzura,
su cuerpo y apacible mirada.
Como no estar enamorado
si llevo su aroma en la piel impregnado,
desde el momento aquel,
que nos cogimos de la mano.
Como no amarla,
si mi corazón se para,
si no puedo respirarla.