Talvez ese algún día te acuerdes como ahóndastes en tu pecho esos suspiros que no llegaron a ser besos . doncella mía que dibagas tus ojos taciturnos al amparo de este cielo del sangrante atardecer. ese candil encendido que llamamos corazón,ardia el fresno del deseo humeante ;en tu boca de fresa derretida de tus labios.cuanto amor que son cenizas del pasado inútilmente...