En primavera florecen
rebozando en plenitud
árboles en magnitud
que al mundo lo enternecen.
Cuando reina el verano
con su lluvia y su calor
dan bienestar o dolor
según se alce una u otra mano.
En la que otoño se llama
cada hoja pierde el verdor
y a las secas sin pudor
el suelo las reclama.
Noche larga y corto día
con temperaturas bajas
se leen en las barajas
del invierno que todo enfría.
Son estaciones del año
que en su transcurrir hermoso
jamás toman un reposo
lo que no resulta extraño.
Solamente hay un peldaño
que a una de la otra separa
y el tiempo es quien depara
ese proceso de antaño.
Amelia Suárez Oquendo
22/04/2024