Hay amistades que perduran eternamente,
Momentos que nunca se van de nuestra vida,
Personas que se quedan en el corazón,
Impregnados en el alma,
Amores que con el tiempo…
Siguen intactos en uno.
Seres que son únicos,
Que pudieran pasar tantas primaveras,
Y siguen vivos dentro de nosotros,
Y es algo que no tiene explicación,
A veces se asoman,
Y nos provocan una sonrisa,
Suspiros que tenemos que callar,
Nos hacemos cómplices de ese gran tal vez,
Que vivirá eternamente en nosotros,
Pero es algo que solo es nuestro,
Y de nadie más.
De esos, pudo ser…
Que se sienten como una leve caricia en la piel,
Como ese beso perpetuo que se quedó en los labios,
Como ese suspiro que hace latir el corazón,
Como ese pensamiento prohibido,
Tan prohibido que el alma se empapa.
Y no hablamos de un pensamiento sucio,
Sino todo lo contrario…
Es un pensamiento prohibido,
Porque no es lo más correcto tenerlo,
Cuando la persona ya no está con nosotros,
Pero aun así… sigue provocando tantas cosas.
Personas que son como una bella melodía,
Que al escucharlas…
Se vienen tantos recuerdos,
Aromas que son como el mejor vino tinto,
Que al tomarlo, aflora los sentimientos,
Lugares como esos amores de verano,
Tan intensos pero que se fueron una mañana,
Recuerdos como la misma poesía,
Que vivirán siempre vivos,
Mientras el poeta siga escribiendo
Mientras se hable del tiempo,
Mientras el corazón siga latiendo.
Hay lugares que nunca se van,
Sensaciones que nos siguen arropando el alma…
JTA.