~ * ~Sinopsis:
~ * ~Sara, es la mejor amiga y comienza a enamorarse de Marcos, un hombre de clase media y su mejor amigo. La distancia embarga a ésta pareja porque no pueden estar juntos y todo por la amistad que se confunde con el amor…
Sucesos:
Sara es una joven de apenas veinte años, es dulce, simpática, estable y muy suspicaz. La muchacha llamada Sara va a estudiar porque está aburrida por todo. Sara es muy inteligente y con un raciocinio indeleble se aferra al deseo que posee en ser alguien en la vida. La muchacha con ojos azules, cabellos rubios y piel de porcelana va de rumbo y en una sola dirección y es poder estudiar, conocer gente y ser políglota en diferentes lenguas. La vida para Sara es imborrable y muy eficaz en el embate de una sola solución por estar tan aburrida, inerte, inmóvil deseando ser alguien en la vida. La muchacha de ojos azules, cabellos rubios y piel de porcelana se aferra al horizonte que tiene de frente y es poder estudiar. La vida para Sara se convierte en ir y venir lejos del pueblo hacia la ciudad para embarcar, poder estudiar y pretender ser alguien en la vida. La vida conmísera, atraída, abatida, herida, de un pasado inocuo, trascendental, intrínseco, quedó sólo en el pasado, sucumbiendo en un trance imperfecto cuando quedó en una mal pesadilla y que sus sueños son lo mejor para atraer la vida, el amor, las buenas pasiones y las grandes prosperidades. Los sueños de Sara comienzan a cumplir un deseo, un anhelo, una fantasía o una realidad esperando a que la vida le otorgue y le corresponda de igual forma. Sara complementa su vida con pasiones, con ocios y con tiempos de libertinaje tan clandestino como poder ser una muchacha feliz. Un día, Sara sentada en un banco estudiando conoce repentinamente a un muchacho llamado Marcos. Marcos es un joven también con sueños, anhelos, deseos, sin vicisitudes ni clandestinos momentos cuando, sólo, desea ser un doctor en medicina, posee un ímpetu en poder estudiar y nada ni nadie se interpone en sus estudios porque trascendentalmente posee una de las virtudes más soñadas de todos los jóvenes: estudiar y ser alguien en la vida. Marcos comienza a entablar una conversación con Sara en el mismo banco sentados los dos. Ambos toman un helado y Sara se presenta tan suspicaz, elocuente, simpática y muy estable emocionalmente. Nada ni nadie impide que sus reflejos sean un sueño mágico, soñado muy liberado y sin ser atado a las cadenas que impone la sociedad, a veces. La vida para ambos jóvenes se convierte en un trampolín, en un peldaño, en un umbral, en una escalera para poder subir escalón por escalón para lograr llegar a la dirección correcta. La vida y el destino para Sara irrumpen en un acometido frío, pero, muy indeleble en el alma, en el corazón, en la vida y en la única razón para poder ser alguien en la vida. La vida entabla una conversación para conocer a Marcos y Sara tan elocuente se presenta como una joven llena de sueños, anhelos y deseos. La explicación más infundada que le otorga Sara a ése muchacho llamado Marcos para poder conocer y saber de él y tener una bonita amistad se convierte todo en una bella, trascendental y muy perdurable, una amistad sin poder sentir amor. Sara conoce a Marcos y Marcos conoce a Sara sentados en un banco estudiando. La vida para ambos jóvenes se deleita en enfrentar y entablar una conversación para conocer la vida de cada cuál. Marcos, un joven de clase media y Sara de clase alta, sólo, desean cumplir y hacer realidad sus sueños. La vida comienza a declarar, a confiar y a entablar una linda amistad entre Sara y Marcos. La conversación crece con las buenas comunicaciones entre Sara y Marcos, y, se divierten expresando sueños, anhelos, y deseos en culminar y poder realizar en la vida una insistente osadía y unos sueños sin poder aún realizar. Sí, Sara conoce a Marcos sentada en un banco estudiando sueños por poder realizar. Sara comienza a dilucidar sobre los sueños que tienen ambos respectivamente cuando ambos sueños son parecidos sin poder aún realizarlos. Si Sara y Marcos enaltecen la forma de ofrecer lo que acontece cuando en la conversación elocuentemente se llevan muy bien. La vida para Sara y Marcos comienza de cero hacia la misma inmensidad derribando los sueños no deseados y sin poder, aún realizar.
Marcos es un joven lleno de sueños, anhelos, y de ilusiones sin poder finiquitar su vida ni existencia. Es Marcos el de los sueños sin poder repetir, sin hacer de sueños una realidad, sin ser un doctor en medicina, y más ser lo que nunca antes ser alguien en la vida. Marcos se debate en ser un joven de la clase media sin tener mucho dinero, pero, sólo, desea poder realizar sus sueños, sus ilusiones y sus anhelos. Marcos comienza a destruir fracasos, tiempos inertes, lunas y soles inmóviles cuando, sólo, presiente que sus sueños son muy realizables y extremadamente soñadores. La vida para Marcos y Sara en ese único tiempo, en ese lapso de horas en que comienzan a conversar se percibe que el instinto es tal, como es y sin poder remediar por poder realizar sus propios sueños. Marcos desea revivir a sus anhelos, a sus sueños y a sus ilusiones devastando la furia en poder ver a sus sueños realizados. La vida queda sin poder enfrascar ni encarecer a los bellos sueños de ambos jóvenes y poderlos ver realizados. La vida de Marcos comienza a deliberar pasiones, ilusiones, sueños, deseos y anhelos por, los cuales, desea ver en algún futuro no muy lejano realizados. La vida para Marcos, un joven de clase media se contempla en poder ser un joven con sueños sin poder fracasar porque ni el amor ni nadie, absolutamente nadie, podrá interferir o imponer sobre sus sueños, ilusiones y anhelos. La vida para Marcos se hace pequeña, efímera y tan corta como es la propia vida y la existencia de la vida de Marcos. La vida para Marcos se horroriza de un espanto nocturno cuando llega la noche y piensa que su futuro será irrealizable. Marcos conoce a Sara una tarde de otoño y es tan hermoso como poder ser bello, condescendiente y muy resplandeciente. Cuando, Marcos se entristece o es feliz, sólo, pensando e imaginando que sus sueños se harán realidad. La vida para Marcos se debate en un ir y venir lejos de la existente realidad cuando transcurre el tiempo y ocurre lo más deseable de todos los tiempos. Y es que crece la amistad para Sara y Marcos sentados en ese banco, en el cual, nunca abandonan por expresar sueños, ilusiones, deseos y anhelos, por los cuales, nunca se hacen realidad. Marcos y Sara irrumpen en un deseo y es poder conocer lo desconocido cuando acecha la voluntad, la verdad impoluta y el deseo de creer que la verdad aflora. La forma y manera en crecer esa amistad deja un suburbio dentro del corazón como si fuera una escasez y una pobreza cuando la amistad hoy día significa felonía. La amistad de Marcos y Sara convida hacia un universo tan extraño como poder ser un sólo instante que se delibera una sola razón y tan perdida como la locura. Sara y Marcos concuerdan que sus sueños son irreparables y realizables cuando van en tiempo y transcurren las horas, sólo, expresando sueños, anhelos, ilusiones y deseos en ese banco, el cual, como el helado se aferra como el frío entre las manos y se congela el sólo corazón. Cuando el tiempo y el temor en poder realizar sus sueños, ilusiones y anhelos se convida en eterno congelado helado entre sus manos llenas y frías en poder realizar el acometido. Sara y Marcos se ven en la encrucijada de un sólo espanto si llegarán a realizar sus sueños, ilusiones, anhelos y deseos, pero, fue más fuerte el haberse conocido que los sueños por conocer. La llave del deseo y del anhelo en converger en que Marcos y Sara se hayan conocido como amigos fue como haber soltado dos globos al cielo y que se hayan unido por la fuerza de gravedad. Marcos se siente como el joven lleno de sueños, aunque sea de clase media y que Sara sea de clase alta, si los sueños se pueden hacer más que realidad una verdad y tan inocua como perecer dentro de sus propios sentimientos.
-¨La amistad vale más que el oro¨-, dice Sara, siempre y cuando la amistad sea tan valiosa y sin ser tan perecedera que no se pueda obtener una sincera amistad, como los mismos sentimientos sinceros. Si para Sara la amistad vale como el mismo oro, impoluto, limpio y y tan pulido como cualquier razón en que se gana una linda y bella amistad. La amistad para Sara y Marcos comienza a deliberar una sola razón, un lazo, y como una bella rosa y sin poder marchitar. Cuando en el altercado frío entre una sola amistad y un amor, queda como el deseo y como las ilusiones y como los anhelos cálidos en hacer verdad sus sueños y muy realizables en la vida. Si cada vida es tan penetrante como el dolor, la vida se acerca a deliberar entre la rica solución o el problema en que la amistad y el amor son dos cosas que no se deben de unir o mezclar jamás. Marcos y Sara se concentran en una sola amistad que nace por el amor que le tienen a los helados, y más a los estudios, pero, es sólo una bella y gran e inmensa amistad lo que los une por el momento. Marcos y Sara convergen y convidan en una linda amistad que entablan en una bella conversación elocuente, afable y muy imborrable en el sentido de crear una linda amistad. La amistad es bella como tan valiosa, es como un torrente de sensaciones nuevas al sentir en cada recelo de la existencia una linda amistad. Porque arde el significado de la gran y única amistad y es que es como la gran vocación que poseen entre ambos con sus anhelos, sueños e ilusiones. Sara y Marcos comienzan a deliberar la única razón en que se debate una vida y una rosa como lo es la más bella flor en el jardín del corazón entre ambos. Y Sara y Marcos desde aquel banco sentados alimentándose con un helado cada uno, y sintiendo el suave aire en que se va desvaneciendo el helado de cada uno entablan una linda conversación y una bella amistad. Porque cuando en el alma de Sara y de Marcos se mezclan en un sola unión se debate en una seria amistad en que se entrelazan la unión de dos vidas en una sola, es como el amor puro, impoluto y verdadero. Cuando en el alma de ambos viven una sola unión, un sólo corazón y una sola verdad, en que el lazo de la amistad se cuece en una sola verdad y en una sola ansiedad. Si para Sara y Marcos se delibera una sola ansiedad y una sola desesperación en el alma y más en el solo corazón, cuando en el camino y en el destino se aferran al cálido trance en dictar una sola razón inocua y es la amistad en que se unen y se mezclan en un delirio intransigente. La amistad es real como el buen sabor, como la miel o como el caramelo y dentro del corazón un bello amor en que se es fiel, leal y muy real. La amistad comenzó entablando una linda amistad en el banco aquel donde estudian y se alimentan de un rico helado. La amistad para Sara lo es todo, es como la fuerza en el corazón latiendo fuertemente dentro del pecho. Y para Marcos es igual de incandescente, intrínseca y muy estable. Cuando el alma cree en la rica amistad que aflora en una linda conversación y que se petrifica por una buena estabilidad emocional. Cuando Sara y Marcos entablan una linda amistad en un banco sentados conversando entre sus ilusiones, anhelos, deseos y sueños, pero, a la verdad que se aferra el mal convenio por converger una fría situación y tan cálida como la situación que pronto han de enfrentar. Cuando la buena y cálida amistad emana entre Sara y Marcos, y comienza a derribar una buena sorpresa entre la amistad y el amor desde que en aquel banco se comienza a entablar una linda amistad. La amistad está ubicada en un recóndito lugar en el corazón y se guardan los más bellos momentos cuando se enamora una linda amistad entre dos seres llamados Sara y Marcos y que en el instante se cuece en el alma una bella amistad.
La amistad para Sara es sólo un momento muy valioso y muy intrépido instante, en el cual, se siente como el rico sabor como el de la miel pura, impoluta y tan verdadera, pero, y tan real como el suspiro o el respiro entre dos o más personas en que se siente como el delirio eficaz y en el tormento más frío entre dos seres o más. La amistad para Sara es de un valor leal, real, muy fiel e incalculable valor cuando Marcos es su mejor amigo. Si para Sara la amistad es de un valor real, leal y tan verdadera amistad en que decide ser la cómplice de esa amistad como ese mismo sol que les acompaña a ambos sentados en ese banco estudiando y alimentándose de un buen helado. La vida para Marcos y Sara se complementa en que la amistad es tan sincera, real, genuina y tan trascendente. Y lo único en que se debate en que la vida y la amistad para Sara y Marcos es casi inherente al saber que la vida es tan incierta, pero, que la amistad que es tan nueva y que les embarga a ambos es real, translúcida, transparente y muy indeleble. Cuando ocurre lo que transcurre el tiempo y más que eso las horas clandestinas en ese banco sentados ambos conversando de anhelos, ilusiones, deseos y sueños sin poder realizar. La amistad de Sara y Marcos se concentran más en realizar una nueva amistad y en una tendencia más eficaz cuando se eleva hacia el universo natural. Cuando en el embate de realizar una linda y bella amistad se debate la vida y el amor entre Marcos y Sara. La amistad para Sara guarda distancia con el amor hacia Marcos porque ella dice que…-¨la amistad es más valiosa que perder el amor¨-. El sol directo en ese banco sentados ambos se cuece el delirio y tan álgido como el viento roza en la piel. Sara y Marcos deliberan y sostienen una conversación que es fría como el tormento o tan cálida como el sol reflejado en el cielo. La vida y la amistad para Sara y Marcos es intrascendente, inocua y muy transmutada cuando comienza a arder el sol en la misma piel por quedar sentados en ese mismo banco expresando sentimientos, anhelos, ilusiones, deseos y sueños, sólo, se refleja el amor, la amistad y más que eso, el cariño mutuo entre ambos. La vida para ambos jóvenes comienza en una conversación fría, tan helada como el helado con que se alimentan y tan franca, real, verdadera, fiel y leal como la misma amistad. La vida para Sara y Marcos comienza a renacer, a vivir y ser nada más que una linda y bella amistad cuando sus anhelos, ilusiones, deseos y sueños eran muy similares, pero, aún sin poder realizar. La vida para Sara y Marcos comienza en una fría amistad y entre cálidos deseos se enfrasca la vida por querer triunfar en un tiempo no muy lejano. La amistad para Sara y Marcos se aferra en querer realizar un eterno amor entre amistad y amor, pero, quedan ambos en el banco aquel sentados observando al sol que los petrifica como tormento y lluvia o como cálido sol en ocaso. La vida para Sara es guardar distancia entre el amor y la amistad, entre el calor y el frío, entre lluvia y sol desatando la euforia en sudor por ese sol que los observa a ambos sentados en aquel banco. La vida para Sara y Marcos se debate en una cálida amistad y como el frío helado con que se alimentan. La amistad para Sara es impetuosa, es leal, es real, es verdadera y es trascendental, pero, guarda distancia entre el amor y la amistad. Para Sara la amistad es muy valiosa, es incalculablemente, muy valiosa y así se lo ha de notar a Marcos aferrándose a la nueva amistad que trae consigo los anhelos, sueños, ilusiones y deseos que conversan entre ambos jóvenes. Y para Sara la amistad es sólo el comienzo de un gran e inmenso lazo que puede ser más que amor, pero, sobre todo la amistad es el poder más fuerte para comenzar una sola relación, si se dice así.
A pesar de éstas circunstancias en que es primordial para Sara la amistad, en cambio para Marcos es sustancial el amor y no precisamente lo conoce en Sara sino en el cálido tormento de otra mujer. Si para Marcos la relación del amor es como sentir, volver a renacer, subir y bajar del cielo por saber que es tan inalcanzable como el verdadero amor. El amor para Marcos es trascendental, sincero, leal, real, verdadero y muy certero, es un amor translúcido, lleno de calor y de un dolor muy consecuente. El amor para Marcos es un amor instrascendental, original y tan natural en el mismo corazón que ama indecorosamente. Cuando en el alma de Marcos, se vio como el mismo tormento frío y tan cálido como en el mismo sol que directamente resplandecía por delante de ambos jóvenes frente a ese banco aquel donde estudian y toman un helado para alimentarse. Ambos jóvenes se aferran a ese sol que clandestinamente lo observa, les resplandece con brillo, y con un brillo en flavo color. Si en el alma de Marcos se aterra a un sólo desafío álgido y tan gélido como el mismo viento, se sabe que corre en ser el real y verdadero amor. Cuando en el trance de la verdad que el amor de Marcos en el camino frío y tan álgido como el levante de un desierto se siente como el suave delirante y como el fuego desastre de creer que tiene el amor en el mismo coraje del corazón. Cuando el amor para Marcos arde como el silencio o como el fuego voraz que no calma en un desenlace frío. Y todo el amor para Marcos es trascendental, efímero, y muy letargo en el tiempo, pues, él dice que el tiempo es tan corto que no hay tiempo para vivir ni para nada. Marcos se debate entre la encrucijada en querer amar a Sara, pero, al amor lo conoce en otra mujer y que no es precisamente Sara. Si Marcos conoce al amor y lo que más desea es amar a Sara como su única y perfecta amiga y en la bella amistad. Cuando en el trance perfecto quedó Marcos moribundo de un sólo dolor cuando en el tiempo ocurrió un mal percance destrozando en cada cual de los dos amantes un sólo mal dolor como lo es el verdadero amor. Y Marcos sabe que el dolor y el amor llevan la misma forma en ser creados como la misma certeza en quedar como el amor real y el más puro, noble y tan genuino de los amores como el dolor en el mismo pedazo del corazón. Y, ahora, es que el evento transmuta y transforma como el amor en cada latido del coraje del corazón de Marcos. Y, Marcos, lleva las huellas del amor en su propio corazón, pero, es el más de los grandes tesoros y el de los más grandes anhelos, cuando ocurre lo que transcurre y transforma un amor para la historia. Y, es el amor que se presenta en Sara sucumbiendo en un perfecto instante cuando llega la amistad primero y el amor en segundo plano. La amistad para Marcos es muy trascendental, muy real, genuina y como diamante en bruto cuando la pena, el dolor, se aferran al frío desconcierto de un amor total. Cuando en el embate del amor de Marcos quedó como el loco penitente en poder creer que el sol lleva directamente una luz descendente hacia ambos jóvenes sentados en aquel banco estudiando y alimentándose con un helado. Y, allí, se hallan Sara y Marcos, sentados estudiando y comiendo un helado de frente a ese sol clandestino y sagaz como el tiempo, pero, en el trance delictivo de toda razón un sólo sol que deja inerte a cualquiera y con tanto sosiego calmar una sola desesperación en quedar en soledad. Si Marcos se refleja en el bendito sol, y directamente se cuece de un sólo mal temperamento cuando logra saber que quedó varado allí mismo en el mismo banco sentado conversando con Sara, una muchacha y tan elocuente como sincera, pero, le trae a Marcos una premonición bastante incierta. Y para Marcos sólo el amor es como ella, como la mujer que acaba de conocer, Sara.
Porque Marcos es un joven lleno de sueños, ilusiones, anhelos y deseos, cuando a la verdad que se acerca un torrente de sinsabores inciertos, cuando ocurre el desafío de creer en el amor a toda costa entre aquella amistad que comienza desde que se hallan sentados en ese banco en el atardecer. Cuando Marcos llegó a la verdad y que en el instinto se aferró al deseo fuerte de creer en el comienzo efímero de dar una sola razón cuando Marcos sólo quería amar a Sara como una mujer encantadora y tan soñadora como él. Marcos sólo con un deseo, con un anhelo, y con abrigo para abrigar con su cuerpo a la piel de Sara, y quedó con todo el sol desde en su piel y en su cuerpo y desafortunadamente varados allí mismo en aquel banco. Sara desea amar a Marcos, pero, sólo, guarda una distancia por la nueva amistad que presencia en ese mismo instante sentados en aquel banco. Sara contempla en su corazón un amor fugaz, un amor impetuoso, un amor como ninguno y un amor trascendental del cual no desea ni quiere escapar. La vida para Marcos trasciende, transforma y transmuta cuando desea amar también a Sara con un amor genuino, con un amor real, con un amor tan leal como la amistad que aflora entre ellos dos. Sara desea amar a Marcos con la misma fuerza que deciden crear esa bella amistad entre los dos. Y para Sara se encrudece el tiempo y la espera es inesperada cuando el tiempo corre como aquella vez en que el deseo se convierte en razón cuando desea amar a Marcos. El amor para Sara es como la misma fuerza por la amistad, pero, es más fuerte, leal, y verdadero como el tronco de un árbol dando energías desde sus grandes e inmensas raíces. Porque en el alma de Sara y de Marcos se encierra el temor de ser una sola gran amistad cuando el amor corre en ser como el destino frío y tan gélido como el mismo frígido sol que les observa directamente a ambos jóvenes. Cuando en el alma de Marcos y Sara se convierten en una sola locura por amar vehementemente, pero, en el ocaso el sol los observa directamente dejando varados dos cuerpos sentados en aquel banco expresando anhelos, deseos y sueños. La vida para Sara y Marcos comienza entablando una conversación y edificando una amistad, pero, queda todo varado allí mismo donde el tormento, el frío y el álgido viento roza a la piel dejando inerte a los sueños, ilusiones, anhelos y deseos cuando el tormento llega como hoja al viento, pero, caen dejando alfombra a los pies tanto de Marcos y de Sara. La vida para Marcos es el amor que nace, que renace, que vive y que revive desde sus adentros hasta pertenecer al final de un certero anhelo cuando, sólo, desean unir alma, vida y corazón en esa única amistad. Marcos y Sara se aferran al frío y al frígido sol que los congela como a aquel helado que tienen en sus manos. Marcos y Sara varados allí, no saben que, aún, se petrifican los sueños, ilusiones, anhelos y deseos que convergen cuando son inertes como ese sol que directamente los observa a ambos. Sara desea amar a Marcos, pero, la amistad aflora y es más valiosa que perder a un amor leal, real y verdadero cuando ella dice que… -¨la amistad vale más que el oro¨-. Si para Sara y Marcos la vida comenzó en una bella amistad y que casi comienza a diluir una forma exacta de creer en el amor, pero, a consecuencia de caer sobre la ilusión, anhelos, deseos y sueños se debate y delibera solamente en una amistad. Sara desea amar a Marcos, pero, la amistad le llama más que al amor cuando el torrente sanguíneo de su corazón corre a rauda velocidad y desea amar más que una sola amistad. Sara se ilusiona con tan sólo entablar una conversación que la lleva hacia la magia universal de una sola amistad por un amor. Sara conversa de sueños, ilusiones, anhelos y deseos con Marcos y Marcos, sólo, quiere hacer su sueño realidad al igual que ella, pero, -¨la amistad vale más que el oro¨-, dice Sara.
Para Marcos sólo lleva a Sara por el camino trascendental, real, y muy insípido como frígido es el sol nuestro de cada día. Cuando en el alma de Sara y Marcos conlleva una atracción efímera y tan trascendental como el mismo tiempo cuando el amor aflora y más que la misma amistad. Marcos y Sara si en el alma se debate una fuerza y una lanza en que el destino prepara para unir en el amor, pero, la amistad fue primero y -¨eso vale más que el oro¨-, se dice Sara. Cuando el amor, la pasión y la vehemencia carnal entre dos seres puede más que una linda y simple amistad. Y, así, no era ni es, sino que es un amor dulce, cálido, y como un helado que se puede derretir entre tus manos. Y, así, fue que el amor enciende en esa tarde cuando Marcos y Sara se conocen directamente como el sol alumbra y resplandece cerca de ambos jóvenes sentados en aquel banco. Porque cuando en el embate de creer en el amor la amistad fue primero y eso hay que otorgar lugar y espacio. Cuando el amor entre Marcos y Sara fue transparente, inocuo, impoluto, ingenuo y muy genuino, y fue translúcido y muy coloquial y elocuente cuando en el atardecer el sol alumbró directamente. Y no fue hasta que Sara gritó un -¨te amo¨-, y Marcos quedó extraño, vacío, insípido, pero, no como un hombre raro. Y con esas dos palabras logró Sara despertar en Marcos el amor, el cariño, la pasión desvanecida e inundada de deseos, y la vehemencia carnal, y Marcos quedó como el suburbio autónomo de creer con cara al cielo y observando directamente al sol. Y Marcos sólo soslaya, pregunta sin respuesta, y con la timidez de un hombre que sabe de la verdad de que la mujer que tiene de frente lo ama y lo grita fuertemente. Y, Marcos, quedó como el fuerte dolor como la fuerza en el hombre y el amor en cada recelo del alma. Cuando en aquel banco sentados ambos jóvenes y observando directamente al sol y mientras que se expresan mutuamente sus sueños, ilusiones, deseos y anhelos en la vida, pero, como la vida es tan corta se exaspera tanto y por mucho y que en el embate de dar una seriedad fría y en ser como el ocaso frío y el frígido sol, los mira directamente hacia los mismos ojos. Cuando en el ocaso frío se siente como el amor insípido, pero, muy fuerte en transición. Si se tiende el más suave de los instantes entre Marcos y Sara cuando en el convite de un sol clandestino le ofrece luz, energía y quedando varados allí mismo en aquel bando sentado comiendo un helado, quedan tanto Marcos y Sara. Y Sara lo gritó -¨te amo¨-, pero, en ese mismo instante recordó que -¨la amistad vale más que el oro¨-, y que la amistad es más fuerte que un amor desleal, irreal, infiel, muy intruso y más con felonías. Si la vida para Marcos no ha sido fácil y más siendo de clase media, ha tenido que irrumpir en varios préstamos para cubrir sus gastos y hacer realidad sus sueños, anhelos, ilusiones y deseos, cuando todo se lo expresa a Sara como si fuera el gran amor de su vida. Y Marcos insistiendo en sus más secretos íntimos se lo confiesa todo a Sara cuando en el ocaso se encierra como el decreto más frío. Y no fue hasta medio día abajo que el sol llegó a castigar más a los cuerpos, a la piel y dejando varados allí mismo quedan mirando y observando al sol directamente éstos dos jóvenes sentados en aquel banco repasando sus vidas, sus ilusiones, sueños, anhelos y deseos y sin aún poder realizar. Y se fue de rumbo hacia la exacta plenitud dejando un suburbio autónomo en poder creer en el ocaso frío y de sentir en la más crueldad de las miradas y tan curiosas, tan voluptuosas y peligrosas, que en el alma de Sara y de Marcos queda como el frío indeleble, pero, mortal como inmortal es el alma. Y el sol hace de los suyo con sus rayos mortales quemando y carbonatando todo con su energía y con el ímpetu de su poder mágico de luz solar y quedan varados allí mismo sentados en aquel banco.
Si para Sara significa que… -¨la amistad vale más que el oro¨-, y del amor dice un… -¨te amo¨-, cálido y muy vivaz a Marcos. La amistad es muy clara y muy tenaz cuando sin calmar el deseo se convierte en una muy bonita amistad cuando se convierte la relación sin ser una eterna gravitación. Cuando en el tiempo y más conlleva la amistad un gran anhelo por sentirse amiga de un gran amigo. La fidelidad, o lealtad, lo fidedigno, lo genuino y lo real, se dan de buena lid, de buena honra y por un buen sentimiento, y por una buena virtud sin desdoro. La amistad para Sara es extremadamente buena, fiel y muy leal. Y el amor para Sara es ser fiel hasta el final, con un amor trascendental, intrínseco, real y muy leal, es casi como la amistad, pero, siendo el amor más fuerte en sentimiento. Si la amistad para Sara, es intransigente, inocua y muy sincera en todo lo que respecta a la sincera amistad que conlleva una relación entre amigos. Cuando en el afán de creer en el alma desierta de la sola amistad, Sara, se eleva en un sólo desafío y en una calma pasajera de creer que en la amistad aflora toda sinceridad y, sí, así era para Sara y Marcos una amistad impoluta, leal, fiel y muy verdadera. Si para Sara la amistad fue real, impoluta y muy certera. Porque cuando en el alma de Sara se debate una linda amistad, pero, ella siente algo más que una sincera amistad entre ella y Marcos sentados comiendo un helado juntos en ese banco bajo ese sol que los observa directamente. Cuando en el embrague de la razón se debate en una osadía incierta, pero, muy real, y tan certera como lograr llevar una sola virtud en que el cielo se viste de todo un sol resplandeciente. Y para Marcos la amistad como él dice es…-¨como un vaso llena de agua, te llena tanto el amor que no hay más cupo para otra cosa…¨-, la amistad para Marcos es como un torrente de manantiales fríos entre las venas más ardientes. Si la amistad para Marcos fue y será como ese sol directo que observa a la pareja sentados de frente en aquel banco. Cuando en el alma de Marcos aflora como la risa o las carcajadas más ricas de todo el atardecer cuando arde el sol entre los ojos de Marcos y Sara. Si Marcos y la amistad es como enfrentar el frío y calor después de una tormenta o un desastre. Y el amor para Marcos era ella, Sara, si es como una fuente de abrigos o de calor en la piel o como ese sol que los mira directamente. Y el amor se enciende de tal forma y de tal manera cuando arde como el sol que tienen de frente, pero, no, no, aún no, está apto por haber escuchado ese grito de Sara que le dijo -¨te amo¨-. Y Marcos sin calmar el destino ni el camino frío no le interesa más que el amor, pero, por otra mujer, la cual, le enseñó a amar. A él no le interesa más que el amor por aquella que lo mira con ojos desorbitados y con pasión y con la vehemencia innata, impoluta, fiel y tan leal, pero, sin conocer aún el amor que siente Sara. Y el amor que siente Marcos es por ésa mujer que despierta ricas sensaciones en él, y que en su corazón halla el amor puro, inocente, genuino y real, pero, aunque no conoce el amor en Sara a Marcos sólo le importa el amor de ésa mujer que lo tiene loco. Cuando Marcos en el percance en abrir a su corazón sólo se debate entre saber la diferencia y la distancia que existe entre el amor y la amistad. Él sabe que el amor existe y que la amistad también, pero, él desea experimentar con el amor y no con la sola amistad. Cuando en el alma de Marcos queda la fría bondad de tener una sola amistad, pero, sin el camino frío y desolado de la sola amistad él desea pernoctar. Porque cuando arde el sol en todo el cielo, es que comienza a decaer en el alma una sola amistad por el sentimiento hacia Sara. Y Sara pensando e imaginando tener algo con el joven de ojos café. Y sólo Marcos quedó como una sola verdad entre sentir una fría amistad con Sara y tener el calor por ésa mujer que llama amor.
Sara queda en la distancia en esa amistad cruel, pero, muy verdadera. Y Sara sabe una cosa y es que en el silencio en ese banco donde el sol los observa directamente es pura amistad lo que siente Marcos por Sara. Si para Sara la amistad es como que… -¨la amistad vale más que el oro¨-, y el amor quedó en suspenso, en inerte insistencia y en un inmóvil deseo y con la esperanza rota, porque aunque sólo desea Marcos amistad con Sara a ella sólo quiere hallar un amor. Cuando en el albergue del corazón, y de una sola verdad impoluta e inocua, se debe a que el recelo del amor quedó como el tormento frío y tan friolero como el mismo helado entre las manos. Y Sara quedó tan gélida y álgida como el mismo helado con que se alimenta. Y Sara con una sola verdad entre sus manos quedó allí misma sentada de frente a ese banco estudiando y comiendo un helado al lado de ése hombre corpulento y fornido donde conoció a Marcos. Y Marcos, intrascendente, incandescente y muy translúcido sólo se detiene a pensar en su pasado con ésa mujer que le llama tanto la atención desde el otro lado del banco sentada de frente a él. Porque para Sara la vida no calma una paz, una tranquilidad, un sosiego, y una templanza. Sólo ella quiere enredar el tiempo en tener y poseer a todo un amor clandestino y eficaz en el tormento y ése era y lo es Marcos para ella. Y para Marcos la muchacha de ojos azules, de piel de porcelana y de rubios cabellos como ese sol que directamente los mira, sólo cree que el amor para él es sólo una distancia sin acortar entre el amor y la amistad. Y la amistad de Sara para Marcos fue y será sucumbiendo en una tristeza a muerte segura. Y Sara sólo lleva clandestinamente una fuerza y un corazón sólo con soñar ilusiones, anhelos y deseos desde ese banco donde se expresa todo temor de ansiedad sin poder realizar sus sueños venideros. Y para Sara sólo queda con la distancia entre la amistad y el amor hacia Marcos, el joven que apenas conoce en el banco aquel de frente al sol y directamente que los deja varados allí mismo con anhelos, deseos, ilusiones y sueños. Y era Sara y Marcos dos jóvenes que quedan varados allí mismo de frente a ese banco donde los sueños, ilusiones, anhelos y deseos quedan allí mismo y sin aún poder realizar. La distancia sin acotar quedó por siempre allí mismo, varada en ese mismo banco y con las ilusiones, anhelos, sueños y deseos y sin poder hallar explicación alguna y sin poder aún realizar. La vida para Sara quedó en la distancia entre una amistad y un amor, reflejado entre el calor y la razón, entre el sol y la lluvia, entre el deseo y los sueños sin ser cumplidos. Si para Marcos quedó todo como un deseo, anhelo, ilusión o sueño sin ser irrepetible y para Sara quedó todo como un sueño soñado, y un delicado temor a ser incierto como ese sol que directamente acaba y termina con la vida entera. Porque cuando la obra termina el acto acaba, y así es la vida y para Sara terminó todo, y para Marcos a penas comenzó todo y con ésa mujer. Cuando, de repente, quedó la relación muerta de un espanto y de un silencio autónomo y todo por una sola y fría amistad. Cuando por temor incierto caducó todo para Marcos y Sara y es que se encierra el frío temor en ser como el delirio frío o como el nefasto de todos los tiempos. Y para Sara y Marcos sólo derribó la mala situación en ser una osadía marcando trayecto ineficaz en el tormento frío, en ser una relación de amistad y nada más. Y fue la relación fría y descortés que se llenó de una amarga amistad cuando se aferró al deseo, a las ilusiones, a los anhelos y a los sueños sin aún poder realizar. Si para Marcos y Sara la vida es de ensueños, anhelos, ilusiones y deseos cuando a la verdad que se sinceran adecuadamente y muy impertinentemente. Si Sara y Marcos la relación se fue a gravitación y a la distancia de todo un amor como simplemente una relación de amistad. Si la distancia para Sara fue como la peor de todas las relaciones de amor fue como ella dice que… -¨la amistad vale más que el oro¨-, y, sí, que la amistad fue como tan soñada y tan real como la lealtad, y como fiel es la vida, pero, todo se fue a gravitación y por nombrar que el sol ya hace de todo observando directamente a ambos jóvenes sentados desde aquel banco. Y Sara y Marcos yacen allí varados desde que el sol penetró con sus rayos fuertes a los ojos de ambos jóvenes cuando en el trance perfecto y tan desafortunado los cegó por completo con el helado en mano y con sueños, ilusiones, anhelos y deseos sin aún poder realizar. Y el sol testigo de un cometido en caer sobre bruces caídas cuando el sol yace bajo las sombras desiertas de unas penumbras en soledad tanto para Sara y Marcos. Si en el alma de Sara y Marcos se debaten en una sorpresa clandestina cuando a penas el sol cae en el ocaso de un ígneo y flavo color y fue que el sol con sus rayos penetró tanto y tanto en los ojos de ambos enamorados uno de una mujer y Sara de él mismo, sí, de Marcos. Cuando en el amor y en la amistad para Sara y Marcos son la base perfecta para dar el comienzo a una sola relación de amistad, pero, se debate y se aferró sólo a una linda amistad que tarde y temprano se dio como la órbita lunar atrapando a un sólo instante en que se siente como la luna y el sol dejando sólo un amor y tan pasajero. Cuando Sara y Marcos se derriten como el helado que poseen entre sus manos es cuando la amistad aflora dentro del ocaso de ese sol a cuestas de los rayos energéticos y que cubren al cielo. Jamás Sara y Marcos debieron de confundir entre la amistad y el amor cuando se entregan debidamente al corazón amando cada uno a sus únicos amores. Y calladamente el sol penetró en sus ojos con ilusiones, anhelos, sueños y deseos, cuando en realidad que sin poder realizar quedan los sueños, anhelos, ilusiones y deseos entre Sara y Marcos. Y Marcos en el alma decae entre el cielo y el sol, entre la luna y las estrellas, sucumbiendo en un deleite universal cuando el sol penetró entre los ojos de Marcos y Sara. Marcos expresa sus amores por otra mujer y Sara queda espantada de un sólo susto cuando nunca debió de confundir amistad con amor ni amor con amistad. Y Sara quedó sola adherida con ilusiones, deseos, anhelos, y sueños, y tan penetrante a la luz del sol que quedó varada allí con Marcos con su único amor, el que acaba de conocer por la fuerza del alma y de un sólo corazón. Y Marcos y Sara con el helado derretido entre sus manos quedan sin sueños, anhelos, ilusiones ni deseos sin aún poder realizar porque la distancia sin acortar quedó como barco a la deriva cuando se derriba el comienzo de una fría amistad sin aún conceder que los anhelos, ilusiones, deseos y sueños sin poder realizar sin antes poder vivir. Y la distancia quedó como preámbulo de un cometido cuando Sara no debió de confundir amistad con amor ni amor con amistad cuando en la soledad queda y para siempre varada allí mismo sentada en aquel banco con sus ilusiones, anhelos, deseos y sueños.
FIN