En la quietud de este día, tu rostro extrañaré,
Mujer amiga, cuya luz en la distancia brillará.
Tu risa, eco de alegría que en mi mente danzará,
Como una melodía que en el viento viajará.
Hoy, mujer de bondad y ternura, te recuerdo con amor,
Cada gesto tuyo, una huella que marcó mi corazón.
Tu palabra, consuelo que en mis días tristes posó,
Como la suave caricia del sol al despertar el albor.
Extrañaré la sabiduría de tus palabras, guía certera,
Que en momentos de duda fue luz y senda verdadera.
Tu amistad, un tesoro que más allá del tiempo vivirá,
Mujer amiga, en mi alma siempre residirá.
Hoy, sin tu presencia, el camino se siente más sombrío,
Tu ausencia, una pausa en el coro del río.
Pero en mis recuerdos siempre estarás presente,
Mujer amiga, hasta que nos reúna nuevamente el presente.