Una cosecha en el viento
Nunca desaparece un recuerdo infinito.
Jordi Etresi
Querido amor,
Todavía recuerdo la pulpa generosa de tus labios llena de nutrientes donde un día fui feliz.
Allí encontré la mejor cosecha hecha a mi medida nacida de la cata de cada uno de tus besos.
Jamás fui entendido en vinos, pero puedo afirmar que el que brotó de tu piel fue fruto de la mejor viña.
Tampoco podré olvidar nuestro maridaje perfecto extraído de intensas vendimias nocturnas.
Pero te perdí, como el que pierde por sequía tus besos marchitos y lo único que puedo hacer es verlos partir.
El tiempo se llevó los días dulces como la uva madura y jamás volverán, pero es algo que debo afrontar.
Dejaré colgados unos cuantos racimos de esperanza por si decides regresar, pero eso ya nunca lo sabrás.
Solo queda cultivar mi corazón con unas cuantas semillas de amor para verlo florecer de nuevo.
Espero que esta vez las ilusiones no se esfumen, como quien siembra una cosecha en el viento.
Mientras tanto aquí estaré y aquí me quedaré.
-Jordi Etresi
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