Amelia Suârez Oquendo

EL RETRATO

Tengo en mi mano un retrato.

Lo miro y veo un cuerpo engrandecido

que se parece a la estatua

de una figura aguerrida.

Mis ojos miran y siguen mirando

y  recuerdo más y más

con la misma devoción

con que mi corazón te loaba 

cuando amor me estabas dando.

Tu cuerpo…

ese que cada vez que era mío

me daba inquietos abrazos

que me arropaban

en cualquier estación del año.

¿Y yo?

Yo atrapaba tu boca

cuando mis besos robaba  y le aplicaba

con inapelable pasión una multa

que con tus besos cobraba.

Todo eso y más alaba mi mente

siempre que trae de regreso aquel…

nosotros unidos pasando divinos tiempos.

Y es…

esa misma mente impávida

la que trenza el historial del excitante amor

de quien vuelto un  veterano

supo utilizar las manos que antes…

regalaban caricias

para …

dibujar dos caras y así dejarlas guardadas

en el baúl de la historia.

Esos y muchos más recuerdos…

¡vívidos!

¡sonrientes!

¡sosegados!

…se agolpan

 en mi legendaria memoria.

 

Amelia Suárez Oquendo

26/04/2024