Mi verso no es verso nuevo,
ni nuevo es este reclamo
por viejo, siempre le llamo,
mi verso triste y longevo.
Mi verso nunca renuevo
y siempre el mismo declamo
disculpen, que tanto clamo,
por la tristeza que llevo.
El punto es que amanecía
diciendo que ella me amaba.
Juraba que me quería,
juraba que me adoraba
y triste despertaría
del sueño que yo soñaba.