Madre, ya estás en el más allá
llamado cielo; pero yo te llevo
siempre en mi pecho con amor,
cariño, y ternura, también en mi
alma estas prendida, por eso de
extrañarte siempre lo hago, porque
madre solo hay una, y tú eres la que
me enseñaste hacer un hombre
sencillo. Por eso te escribo mis
versos. Cómo te extraño y también
te amo, y te quiero aunque estés
en el más allá llamado cielo.