El problema de tu ausencia no se debe del todo a tu presencia sino al vacío que dejó en ella tu existir
Al sonido imperceptible a mi tacto de tu dermis en caricias inocuas que bajo la noche de la luna clara, entre besos que del alma arrancaban la melancolía del vacío que dejó el tiempo del adiós.
Se debe a la calma por un tiempo que engañaba estar sin esa nada que todo lo llenaba pero que en realidad vaciaba los sueños en las madrugadas de abrazos que quemaban y no se podían tener
Fue como momentos de interminables suspensos dónde las pupilas ya no dilataban al contacto visual .
Fueron hiriendo las palabras los recuerdos, ya los besos no eran besos por lo agrio del ausente, el dolor se expresa fuerte matando el sentimiento, y lloran los relojes que marcaron nuestro tiempo.
Parece absurdo el resultado y poco real, que en este solo encuentro quedo saldado el tiempo atrás ,donde las palabras estuvieron de más.
Y dejando que se exprese el cuerpo con las sabanas de sentimiento, pactando el momento la magia hizo el resto.