Me aproxime al vacío, deseaba ver
la profundidad de mi ser; deseaba
volver a sentir el ensueño anhelado,
a oler la simiente, la raíz implantada
en el barro, a multiplicar, redimir,
mis alucinaciones.
Tanta ventisca tenebrosa arenga
el verde olivo, débiles candiles,
penumbra de la muerte.