¡Dígame!
Sentada en su cómoda silla
está la diligente telefonista
mirando esa roja bombilla
atenta, nada la despista
-Dígame, aquí la centralita.
-Me pone con la \"señá\" Rosario
quiero hablar con mi abuelita
y preguntarle por el canario.
Ella muy dispuesta y diligente
maneja muy bien las clavijas,
pincha el sitio correspondiente
las mima como a caras sortijas.
Termina la larga jornada
oye todas conversaciones
pero jamás comenta nada
merece una caja de bombones.
Antonio Reina Moreno 11/04/2024