Que tu boca,
jamás diga que nadie te ama,
porque solo me falta arrancarme el corazón
y entregártelo a ti.
Que de tus ojos,
jamás salgan lágrimas,
porque los míos siempre se alumbran,
cuando pienso en ti.
Que tu corazón,
jamás tenga duda de que te quiero,
por si algo tengo claro,
es que estoy enamorada de ti.
Que jamás te rindas,
porque cuando estés a punto de caer,
ahí estaré sujetándote a ti,
una y otra vez,
hasta que nuestros corazones dejen de latir,
y hasta que el tiempo deje de existir.
Que el sol,
jamás deje de brillar,
porque te querré
hasta que se apague,
y hasta que ya no queden más estrellas describir.
Y que el mar siga cantando nuestras historias,
mientras nuestras miradas se encuentran,
perdidas en el infinito del azul sin fin.
Porque así te quiero yo,
corazón mío,
más allá del mar,
más allá del sol,
y más allá de todas las estrellas que hay en el cielo.