Te soltaré la mano pequeña mía, mi luz mi cielo constelado y romperé en llanto aun así si no te vuelvo a ver. Pedacito de mi alma en ti renacen los recuerdos en la tarde en que persivo cierta lejanía.Como aquel pequeño gorrión que se entibió en tus dulces manos, así quedó mi corazón delante de tus ojos suplicantes rendido en torno a tus pies.No puedo ocultar cierta sosobra amada mía; ni penas inmerecidas.Nunca te solté la mano porque cuando lo hacía te llevaba en mis pensamientos por doquier.