Llueve por fin, la lluvia nos bendice,
se ha hecho la luz tras tanta oscuridad,
los ríos cantan, los campos resucitan,
los cielos lloran lágrimas de paz,
llueve por fin, la madre tierra vibra,
los pajarillos regalan su cantar,
brotes y espigas levantan la cabeza,
las amapolas comienzan a brotar.
Los bosques abren sus brazos y sus sendas,
las golondrinas de nuevo volverán,
la vida vibra y entona deslumbrante
la sinfonía de un nuevo despertar,
la primavera danza desnuda entre las olas,
la aurora brilla en cada amanecer,
Gea, de nuevo perdona nuestras deudas
y nos concede otra oportunidad
de respetar el entorno, la natura,
de no volver nuevamente a envenenar
nuestros cielos, océanos y tierras
es la postrera, no habrá ninguna más.