Un amor con las estrellas
es abstracto y muy lejano;
un amor con flores bellas,
es seguro y más cercano.
Un amor que deja huellas
al marcharse en el verano
deja el alma con querellas
sea tarde o más temprano.
El amor cuando es concreto
tiene el brillo de agua pura,
no se logra por decreto
ni se da con amargura;
siendo fiel es más discreto,
pues rebosa de ternura.