La tormenta borró los versos que quemaron tu piel
desquiciando lentamente el camino que alguna vez dibujé
con cerezos y polvos de estrella,
de una nube a otra iba saltando sujetando los hilos de tu voz.
De tu voz…
Ahí estás, construyendo un ejemplo de vida;
una metáfora que da la vuelta al sol
mientras inmersa en el fondo infinito de agonía
nadas buscando una salida de un otoño y algunas primaveras.
Un sueño que va y viene cada tarde en los labios que toqué…