Las veces que te tuve amor
tuve manos, brazos, una boca universal,
en mi corrían las sales profundas y azules,
los azúcares terrenales,
soles que nunca nadie había visto.
Yo decidía cuándo era de noche,
cuándo debía llegar el día,
el agua era mi amiga
y acordábamos cuándo rociarte.
Las veces que te tuve mujer,
inventé todo, sombras arcoirisadas
que me guiaban al recorrerte,
la alfombra silente que portaba tu nombre,
las luces que salían de tu garganta
incinerándonos como solo hacen los volcanes definitivos.
LRL
29-4-2024