Marco Alvarado

Mi dia y tu

Cada mañana apareces

en mi primer pensamiento

como el primer rayo tibio de sol

que asoma furtivo por mi ventana.

 

Y en el día es tu presencia         

impalpable en mi fuero

lo que el sol a cielo limpio en medio día

me sofoca tu recuerdo

me queman en el pecho

las ausencias de tu voz,

de tus besos y caricias.

 

Mis atardeceres

pertenecen todos a tu agosto,

son de viento gris y hojas afligidas 

en ellos

aparece palpitante

el recuerdo de tu efigie,

escondida como el sol

tras nubarrones inevitables

interminables

en la doliente y crepuscular lejanía.

 

Y al final de la jornada

 en mi soledad nocturna

eres mi plegaria desesperada

pasión febril y delirio

eres frio de ausencia

y un anhelo distante

que cruzan a mis sueños

desde mi último pensamiento.