La danza brilla
en la cueva, las sombras
bailan en las paredes.
Amor ardiente,
almas apasionadas,
se funden en un cuerpo.
Fuego en penumbra,
los ojos se reflejan
en otros que se encuentran.
Cueva da abrigo
fascina los afanes,
sombras se retuercen.
Manos exploran
en un mar de caricias,
la pasión desbordante.
Concha de arcano,
suspira delirante
los gemidos al viento.
El movimiento
del santuario secreto,
descontrola las noches.
La luz se enciende
en las bellas montañas
donde soplan los vientos.
Mezcla de brisas
al calor de sentidos,
la piel con piel, vibrante.
Las vistas tragan
todo mar de las pieles,
pulsos acelerados.
Oscuridades,
prestos labios demandan,
saciar la intensa sed.
Amanecer,
el sol los acaricia,
convites reverdecen
©Joan Pined