~ * ~Sinopsis:
~ * ~Susana a primera vista conoce a Estefanía, otra mujer que le interesó más que la primera mujer con quien sostuvo una fría relación… y se dijo que a otra mujer no quería más…
Sucesos:
Susana es una mujer alta, de tez morena, ojos claros de color café y su preferencia sexual es hacia su propio sexo, o sea, homosexual y es lesbiana. Si Susana, por naturaleza su aspecto físico no es normal cuando posee unas cualidades por ser lesbiana. Susana contempla la idea en formalizar su vida correctamente con el amor a cuestas por ser, nada más y nada menos, una lesbiana sin amor. Susana desea amar a una mujer, pero, aunque tiene claro su orientación sexual no sabe a quién amar, aún. Susana es una mujer fuerte y de carácter dócil aunque, pueda ser todo lo contradictorio. Susana va de rumbo en rumbo sin dirección alguna. Susana cruza un zaguán, un río, un camino oscuro, un parque, una calle, una avenida y llega hasta un lago y perdidamente Susana cruza los estándares de la vida cuando desea amar en realidad y halla lo que nunca entre ese perdido camino y es a una mujer llamada Estefanía. La vida marca trascendencia cuando en el alma de Susana comienza a caer por un torrente perdido y sin sabor alguno. Susana gana un camino perdido cuando cruza los pormenores, las ansiedades, los miedos y los pavores tan amargos como los atajos. Y Susana conoce a Estefanía, otra mujer lesbiana, por la cual, no se le advierte al corazón que no la amará. Cuando en el tiempo y más como en ese triste lago hasta donde llega Susana, y Estefanía cruza los tiempos, el cielo y más que eso en el tiempo una sola mala distracción. Cuando en Susana arde el dolor y como la misma sola insistencia en poder creer que su rumbo tomó una dirección diferente, ¿y fue así?, más no se sabe a ciencia incierta, sólo se sabe que conoció a Estefanía. Susana, la mujer callada, insípida, sosegada, tranquila, en paz decide pasear por el lago cuando de repente aparece de la nada Estefanía, una mujer valiente, un espectro diferente y una mujer como ninguna otra en la vida de Susana. Susana, una mujer tímida, introvertida y retraída desea conocer a Estefanía en medio de ese lago de color azul, templado por el tiempo y sosegado por los cuerpos inmersos, sumergidos, adyacentes y adheridos al lago y Susana allí en medio de ese lago hermoso, cálido, templado y muy inerte quedan los sentimientos de Susana hacia ésa mujer que, apenas, ha de conocer. Estefanía mujer valiente y tan fuerte como los rayos del sol se presenta ante Susana y toma la iniciativa en conversar con ella. Y Susana se pierde entre los escollos de la pregunta que si quería conocer a Estefanía. Y Susana insípida, retraída y en desolación se pierde cuando cruza un zaguán, un río, un camino oscuro, un parque, una calle, una avenida y llega hasta un lago que por cierto era un lago muy hermoso y encuentra lo que nunca a una mujer llamada Estefanía. Y todo se dio como a primera vista un amor, una pasión y una vehemencia carnal. Si Estefanía era una mujer como nunca antes vista y como si fuera un espectro alucinante comenzó a derribar lo que es ser una mujer indeleble, fuerte y valiente. Estefanía era un espectro, un fantasma o un misterio frío y tan desolado, pero, muy valiente en el afán de dar una vista a ese lago translúcido, transparente y muy acogedor en el alma. Cuando en el alma de Estefanía se siente como el amo y dueño de ese lago, como el mismo hechizo o pócima de una bruja hechizante que ha hechizado a una mujer con el amor de otra mujer. Si Susana se atreve a identificar hasta dónde ha llegado perdidamente y ha de saber que pertenecen sus ojos a un inmenso, lindo y bello lago y que contiene entre sus aguas tormentosas a una mujer extraordinaria llamada Estefanía. Y Estefanía viene de ancestros históricos en ese lago, pero, a Susana no le importa ni indaga sobre su cruel pasado. Estefanía sólo sacude su melena corta hasta los hombros y eso le agrada a Susana. Y Susana vuelve a cruzar ese lago, una avenida, una calle, un parque, un camino oscuro, un río y llega hasta el zaguán, otra vez, y camina y camina en ese zaguán y más de la mano de Susana. Si Estefanía conoce a Susana una mujer callada y retraída, y más que eso amante de la belleza universal y Estefanía una contradicción de vida, y más que eso valiente, fuerte y muy decidida.
Susana camina zaguán abajo y más de la mano de Estefanía, la mujer que conoció en el lago de color azul, translúcido, transparente y, más que eso, hermoso. Susana sólo siente y presiente que su alma vuela hacia el cielo y más hacia el siniestro cálido de todo un sol a cuestas de la amarga soledad. Y Susana eleva sus pensamientos y más sus sentimientos hacia el mayor universo de todo un día lleno de sol. Porque Susana lleva a Estefanía por el sendero más dulce y lleno de luz y por la magia de un amor entero, cuando arde la magia de amar y de entregar el coraje del corazón para la vehemencia carnal y la pasión a cuestas del amor en la entrega más vehemente. Cuando en el alma de Susana y en la de Estefanía compaginan, entrelazan y convergen más y más. Cuando Susana ama a Estefanía y se desnuda ve y nota en ella lo que más le agrada y la desnudez para ella era como abrir los sesos y saber que el amor es como dolor y el dolor es como el amor, pero, en el eficaz momento atrajo todo lo que más anhela Susana unos senos divertidos, una cintura graciosa, y unas caderas llenas de sensualidades, y sus ojos miran todo, desde la cabeza hasta los pies, los senos, la cintura y las caderas de ésa mujer que comenzó a amar vehemente y sintiendo la ilusión en su cabeza quiso tener y obtener de ésa mujer todo lo que más quería: el amor. Susana la toma delicadamente como es ella, callada, retraída y con templanza, la amó, pero, Estefanía siendo una mujer fuerte y valiente, también la amó con ilusión y con una ardiente pasión. Y, Susana, calladamente, pero, vehementemente pasional quiso amar después de conocer lo que era una mujer valiente y fuerte, pero, ¿Susana eso era lo que buscaba?, a una mujer valiente y fuerte, autómata y muy veraz en tomar decisiones. Cuando en el alma de Susana quiso converger entre aquellas sábanas curtidas por el sol de mayo, cuando en el alma se aman vehementemente y con besos que atraviesan hasta el alma de cada una de ellas. Los besos convergen desde una a la otra y conllevan una dulce atracción en edificar el tormento y la manera de creer en la razón inerte y eficaz de un amor como lo es el de Susana y Estefanía. Y Estefanía con ímpetu la tomó y la abrazó y se amaron una y otra vez, quedando abrazadas, con caricias llenas de amor, y con pasión de la buena. -¨El amor lo es todo cuando se ama en verdad-¨, le dice Susana a Estefanía, y la mujer llamada Estefanía, quedó extasiada como un fantasma alucinante, y llena de caricias hechas a su medida, con esos grandes senos, con cintura divertida, y caderas graciosas, y con esos pies enredados entre los de Susana en una cama con pliegues de sábanas y con ese sol de mayo se cuece el alma de ambas mujeres amándose bajo el silencio de la vida, bajo el tormento del amor y bajo la caricia de la pasión vehemente. Susana le repite la frase más hermosa que pudo haber dicho, -¨el amor lo es todo cuando se ama en verdad-¨, y la amó con locura y con tortura también ¿por qué no?, una mujer callada en la vida, y tan retraída y tan compungida en el amor. Susana toma a Estefanía por la cintura y le besa los senos como si fueran un silencio autónomo de los que le gusta a ella, pues, es callada la muchacha. Y sin poder persistir en la idea de amar quedó Susana con el cuerpo de Estefanía amando como nunca antes y como nunca un buen tiempo para amarse. Estefanía quedó dormida y extasiada por un vil tormento en amar bajo el calor de los pliegues de las sábanas y por un sol de mayo. Mientras que Susana piensa e imagina lo que nunca con ésa mujer llamada Estefanía, tener una vida saludable, amorosa, y muy vehemente. Además, Susana piensa e imagina lo que nunca en toda una vida hecha de amor y pasión y de calor y de vehemencia.
Susana piensa en su primera mujer, aquella que amó con dolores y con sufrimientos y que dejó a Susana por el temor a perder el amor. Susana la recuerda como alguien difícil de olvidar. Mientras, Estefanía duerme a su lado izquierdo, Susana sólo la recuerda como un amor imposible de olvidar aunque halló lo que nunca a un amor y no la deja de recordar. Susana recordó que era una mujer como ninguna mujer, pero, que halló en ella grandes errores de tiempo, amores y pasiones. Susana perdió lo que nunca a una mujer que amó deliberadamente como un amor y como un pasaje de ida y sin regresos, pero, ese boleto quedó malherido y más que eso mal inconsecuente, cuando en el alma de Susana quedó en total soledad cuando de repente quedó sola y en desolación después de ese amor a cuestas de la sola locura por amar a una mujer. Y Susana quedó sintiendo la suavidad en su piel, de las caricias autónomas de la aventura que le dio la vida y que le otorgó la vida en demostrar que la vida es casi imposible de olvidar y más que eso una sola virtud en amar lo que encrudece en amar lo que más queda un amor homosexual y en ser lesbiana. Cuando Susana quedó como una mujer abierta al amor, pero, quedó solamente como una mujer lesbiana recordando y sin poder olvidar a ésa mujer que amó y que respetó como mujer y siendo su primera mujer homosexual. Cuando en el alma de Susana quedó como un solo corazón amando como nunca siendo ella la misma fuerza en el corazón amando a una mujer y cuando logró tener y tentar en el corazón y poder amar a Estefanía, sólo quedó como la fuerza en poder superar la fuerza, el amor y la pasión y la vehemencia. Y, Susana, recuerda a ése amor como un insistente amor y un capricho de esos amores y pasiones por donde la vida cree que como un torrente de sin sabores y nuevas direcciones de pasiones abiertas. Y Susana quiso ser como ésa mujer de ésas en las cuales se torna exasperante el mundo y ser valiente y con muchas fuerzas para soportar el amor, la pasión y la vehemencia, pero, en el alma de Susana era muy callada, tímida y retraída, por la cual, se enaltece la furia y la vida y más que eso la misma fuerza en querer soportar el alma y el amor como en esos mismos tiempos, cuando ocurre el transcurso en querer amarrar el alma a ésa nueva mujer llamada Estefanía en su vida. Y Susana por lo que cree en ser una súper mujer, callada, retraída y muy indeleble, sabía una cosa y era que era lesbiana y ser homosexual le dio ventajas y desventajas de mujer, pero, en el alma quedó como el roble deliberando una osadía o un desafío y tan frío como poder ser una mujer enamorada de la vida. Y Susana recordó cómo esa mujer quiso desafiar a su alma y más a su débil corazón amando como nunca, pero, lo que sufrió con timidez y con débil fuerza en el corazón un amor, el cual, no logró llegar muy lejos. Cuando Susana en el embate de dar una sorpresa autónoma en poder creer en el alma y en el corazón se esforzó en realizar una caja de pandora por querer amar lo que nunca en el juego y en el alma sosegada de un sólo espanto y tan seguro como destruir la fuerza del amor. Si dentro del alma de Susana quedó como la fuerza en el cuerpo y más en el corazón buscando la ansiedad y el amor en el coraje del corazón. Porque Susana lo recordó todo desde que la conoció hasta que la dejó por otra mujer. Y en el corazón de Susana se fue el amor y el coraje para amar y quedó el sufrimiento y más el combate en creer en la infelicidad incierta, pero, eficaz. Cuando en el alma de Susana se debió de enfríar el combate de creer en el amor a cuestas de un sólo desamor sin certeza, sin amor, sin gritar el amor y sin certeza de vivir. Cuando Susana quiso ser certeza, eficacia y tormento fue cuando el amor le quedó como un triste desamor.
Susana termina de hacer el amor con Estefanía, y sólo piensa y recuerda lo mismo que en su primera relación y que fue un desastre, un sufrimiento, una tristeza y un dolor inconsecuente que le dejó una sola marca en el corazón: un adiós. Y ésa mujer la que fue su primera relación fue sólo un momento momentáneo, suspicaz y un perspicaz encuentro, pero, dejó a Susana y con un sólo adiós. Cuando arde el tiempo y el recelo de la verdad se enfrió el desastre de ver y de creer que su mundo arde como en el corazón una espina. Y más en el tiempo y con una sola verdad se elevó la débil insistencia en poder creer en el desastre de esa triste relación en el alma de Susana. Porque cuando Susana comienza a recordar ya se despierta Estefanía del sueño profundo al lado de su amada Susana. Y comienza el día con un desayuno rico en proteínas y nutrientes, y luego la faena del día. Susana y Estefanía concurren al mismo tiempo, en el mismo amor y en el mismo corazón entrelazando los latidos del corazón en un sólo corazón. Si dentro del corazón arde el tiempo y más que eso arde vehemente el amor en el corazón entre Susana y Estefanía, es como entrelazar la conmísera mala atracción en entrever una sola razón en la locura dada y ofrecida por el amor, nada más por el amor entre Susana y Estefanía. Susana lleva las riendas del hogar como faena encima y el sustento en el hogar y Estefanía lleva las riendas de los quehaceres del hogar en impoluto orden. Ambas mujeres se complementan para tener lo que tienen y poder sobrevivir en la vida mísera que les ha tocado vivir. Cuando en el afán de creer en el alma ciega y llena de amor, sólo, la vida les hace ver clandestinamente la vida y el amor en el mismo corazón. Cuando en el alma y en el pasaje de ida y sin regresos se torna exasperada a la vida de un sólo tiempo, y de un sólo deseo inmortal como lo fue amar con pasión, con vehemencia carnal y con amor del bueno. Y la vida le hace creer a Susana que Estefanía la engañó con otra mujer, la cual, es un tormento, valiente y fuerte como ella quería en amar salvajemente y no como Susana es callada, sosegada y retraída y con fuerza siendo insípida, no era lo que buscaba Estefanía. Y amando un ademán frío y con la fortuna de la luna quedan tanto Susana y Estefanía, encima de un lecho y de un colchón casi inerte, pero, tan fuerte como el corazón amando aún más. Y Susana quedó inerte e inmóvil con el corazón sin latidos, amando con la fuerza única en creer en el amor a toda costa, y sintiendo que la vida aún logra amar con el corazón al desnudo. Y, Susana cree y piensa que ésa mujer, por la cual, amó desinteresadamente, sólo, logrando llenar a su corazón de amor. Susana cree que le engaña con una felonía intrascendente, inocua, pero, muy adversa a los sentimientos. Susana se imagina cómo ésa mujer puede engañarla y con un dolor indeleble en su alma busca llenar el vacío que aquella mujer le dejó al decir adiós. La vida comenzó fuertemente, con un amor inconsecuente y sin un dolor atemorizante, sólo, con amor en el corazón, una desnuda alma con luz y con sosiego constante. Susana se debate entre la razón y la locura al pensar o imaginar que ésa mujer llamada Estefanía pudiera hacerle engaño y un daño en el corazón. La vida comienza en fortalecer la unión al compás del amor y con un desnudo corazón amar hasta el final de sus días y así fue. La vida de Susana no calma en derredor la fugaz estrella que es Estefanía para Susana y sin poder más piensa en ella como algo imposible de olvidar teniendo en cuenta que el adiós de aquél primer amor que le dijo adiós y la dejó al acecho de un amor compasivo, contraproducente e inocuo y con el corazón más que destrozado, derribado, destruido y sin calma buscó una salida, un zaguán, un río, un camino oscuro, un parque, una calle, una avenida hasta poder llegar a un lago donde conoce al amor de su vida llamada Estefanía.
Susana piensa y cree que Estefanía la engañó con otra mujer, la cual, es más fuerte y más valiente que ella, que es retraída, callada, sosegada, templada y tranquila en el amor buscando siempre el amor en el corazón. Susana interpreta en su corazón una fuerza o una debilidad, pero, es fuerte en razón inocua, es débil en tormento y en penumbras soslayando en un sólo sollozo tan impetuoso como el amor que lleva en su corazón por el amor de Estefanía. Susana sin templar una razón llega a la locura de creer que ésa mujer la engaña con otra mujer y es tan fuerte el pensamiento que toma entre sus manos una daga y quiere matar aquello que se llama amor y pasión y al desnudo el corazón suicidar a ese débil y pobre corazón. Algo detiene a Susana y en el coraje del corazón amar con débil y fuerte razón, porque aunque no lo crea era fuerte el corazón de Susana, y conlleva una dulce atracción en amar lo que nunca jamás al corazón de Estefanía. Y Estefania sin saber ni tan siquiera sospechar el derrumbe total y la destrucción total que posee en el corazón del amor eterno de Susana. Y Susana elevó su forma y su manera de creer en el alma creyendo que su amor le engaña con otra mujer. Si Susana en vez de amar a su débil como fuerte corazón se elevó la forma de amar queriendo suicidar a su débil y fuerte corazón. Y Susana atrajo en su alma y más en su corazón al amor de Estefanía cuando más quiso acabar y terminar con su propia vida, con su propio destino, con su propia alma y hasta con su propio corazón suicidando con una daga al débil y fuerte corazón penetrando con una punzada por herir y matar a ese pobre corazón, pero, algo la detiene y es una fuerza extrasensorial que no pudo ni con la fuerza ni con la voluntad ni con la libertad en herir a ese corazón. El suicidio marcó un trayecto inocuo y efímero, pero, con una mal consecuencia que nunca se suicidó dejando la vida, el amor, la pasión y el corazón vivos como siempre y queriendo haber suicidado a su corazón quedó Susana sin debatir en una sola razón sino que la locura se fue de su mente, de su imaginación y de sus pensamientos. Susana cree y piensa que el suicidio es bueno y que su vida quedará marcando trayecto, destino y fuerza, pero no, no es así. El suicidio para Susana era una rica alternativa de salida, de enfrascar su vida con un destino cruel, sosegado, templado y buscando una paz tranquila, sosegada y templada, pero, no, es un total infierno como el invierno que roza la piel dejando frío en el cuerpo y al desnudo un corazón que sabe de amar y que sabe que la vida es más que poder enfrentar y perpetrar un suicidio. El alma de Susana corre ser como la fuerza en el corazón amando como nunca a una mujer llamada Estefanía y sin irrumpir su propio destino quedó Susana con su corazón, con el amor y más con su propia vida y existencia. Y Susana callada, retraída, sosegada e impetuosa en su camino quiso suicidar a su propio corazón con la fuerza del amor que creyó matar al corazón y de una sola vez y todo por el engaño de Estefanía. Y Susana quedó como la lluvia o el tormento o las penumbras solas de un sólo imperio soslayando y sollozando en una plena pena y en una pea que toma por el amor sosegado de un amor y de una pasión vehemente entre el amor de Estefanía y ella. Si Susana lleva en su nombre el amor y más la pasión inocua, transparente, translúcida, y como un inerte coraje del corazón amando como nunca a Estefanía. Y, Susana lleva en su alma la luz inerte de un sólo amor, y de un tiempo en el reloj, destronando y destrozando a la vida y más al alma de Susana en querer solventar la fuerza y más las penumbras sólidas de un tormento y sin herir al propio corazón desnudo, inocuo, y sin hacer daño. Si Susana se debate en un ir y venir lejos de la misma realidad que quiso una vez matar y suicidar a su propio corazón, pero, una fuerza le lanza la certeza sin hacer daño ni a su propio corazón.
Si Susana se pierde en un intransigente momento, en un inocuo instante y en un momento casi translúcido, cuando se debate en un inerte corazón, sólo, amando a Estefanía, la mujer que conoció en un lago, después de cruzar un zaguán, un río, un camino oscuro, un parque, una calle y una avenida logró penetrar a un lago y tan hermoso como sus propios ojos y conocer a Estefanía. Si Estefanía es el sol de sus días, la luz de su alma y conoce a Estefanía en un día de sol en un lago tan hermoso como sus propios ojos. La esencia de Susana se pierde en un delirio, en un desafío cuando el suicidio de su cuerpo y más de su corazón no puede realizar. Susana halla en Estefanía un abrazo, una cálida caricia y en contra de un rencor o en un engaño por parte de Estefanía cuando comenzó a deliberar una locura, una razón y una tortura cuando desea Susana suicidarse, pero, halla un abrazo, una manera de ver la vida de otra forma y en querer a la vida en vez de un suicidio. La vida para Susana se gana como en desgana y se pierde como perder a un amor, pero, en el silencio arde como el tiempo sabio deliberando un tormento y una caricia de un amor porque halla Susana un sólo amor. La vida comienza a debatir, a deliberar una suerte en poder amar la vida de Susana como un tormento frío e indeleble. La vida atormenta como un destino frío, álgido, gélido y tan intrascendente que corroe como corre la luz en el alma de Susana. La presencia de la imaginación, del pensamiento, del numen o de fraguar un suicidio queda como un alma en libertad aferrándose a la solución y a la esperanza en un abrazo por parte de Estefanía para lograr libertar el alma de un deseo suicida. Susana pierde la noción del tiempo cuando desea suicidar a su corazón, pero, no, aún no es la hora ni de su muerte ni de un suicidio perpetrado por ella, sólo, conoce un abrazo como la caricia más indeleble, como el calor más humano y como la salvación a su existencia. Susana cree y piensa en un sólo suicidio, pero, la mano y el abrazo llega y más por parte de Estefanía. La vida comparte una intransigente y conmísera mala voluntad cuando Susana logra derribar todo sentimiento acerca del suicidio y nota que en su alma llega la luz, la esperanza y la virtud en amar y que la amen como ella espera. El abrazo irrumpe un destino, una fuerza y una voluntad en discernir, deliberar, desafiar la fuerza por obtener del corazón la vida y así era todo, la vida lo es todo y así lo entendió, Susana. Susana, fuerza en derredor y más que eso un suicidio autónomo, el cual, no es relicencia en el pensamiento o en la imaginación de Susana. Cuando en el alma de Susana, se edificó como el mismo tormento frío y como el mismo desastre en poder creer en el alma con una sola verdad efímera. Y Susana quedó como el frío y como el álgido viento cuando el suicidio autómota quedó como un indeleble gélido y como un frío inestable en el alma fría. Y destrozando vida y suicidio de Susana quedó liberando el alma y más que eso la vida misma. Y Susana quedó como el dolor o como la furia de un tormento frío por delante del alma fría y de las venas más gélidas para cometer un sólo suicidio. Cuando en el alma de Susana quedó como el aire o con alas mojadas, como el aire sin destino, como el aire sin aliento y como aire sin camino alguno. Cuando en el alma de Susana quedó como el aire sosegado de ningún espanto, pero, en el alma de Susana un abrazo único y muy templado, cuando en el corazón una espinita se ha esfumado y sin herir más ni más quedó como el único rencor y como el único momento que la distancia quedó como el aire sosegado entre las alas mojadas. Y como una sola verdad que el amor quedó como principio autónomo de una sola insistencia, que el amor es como es y el dolor como el dolor, pero, en la amargura del calor una caricia de un abrazo porque el suicidio corta como un dolor en las venas.
Susana desea abrir el desenlace fatal de una herida fuerte y tan débil como el amor en el corazón, pero, no, no aún es hora. Y Susana cree en el alma una herida fuerte en querer suicidar a su corazón y todo por el amor de Estefanía, pero, queda en la órbita lunar atrapando a su cuerpo, a sus caricias, a sus abrazos, a sus olores de mujer fuerte y de corazón indeleble. Cuando en la razón inocua, pero, intransigente va de rumbo hacia el zaguán, al río, al camino oscuro, al parque, a la calle, a la avenida hasta llegar al hermoso lago donde conoció al amor fugaz y verdadero: al amor de Estefanía. Y es que ocurre lo que transcurre el tiempo sosegado, templado, muy abatido y tan adolorido como el mismo viento que le roza en la piel. Y Susana como un títere o una marioneta o un mojigato de la vida y de la existencia que tiene la vida con ella no se deja amedrentar por nada ni por el capricho exótico en deliberar una sola razón o una locura en discernir como el alma empieza a combatir una sola certeza. Y era Susana la que comienza a deliberar una sola razón en el ímpetu de concertar y dejar en concreto a todo un amor de esos como el amor de Estefanía. Cuando en el alma de Susana conlleva una dulce atracción en querer enfrentar la osadía, la vida y el delirio frío de un total suicidio en enfrentar a la vida de tal manera que quiso una vez en dejar de amar a Estefanía. Y, Susana quiso ver el cielo y más que eso un cielo lleno de magia y color cuando delibera que Estefanía no le engaña con otra mujer. Y Susana quiso dejar al amor de Estefanía, pero, algo le dijo al oído que no lo hiciera. Susana ama indeleblemente a Estefanía, y casi logra enredar su mundo con el mundo de ella, pero, algo le dice que ambos mundos son diferentes y que no se puede unir el agua con el aceite. Cuando, Susana pierde la noción del tiempo y es que desea dejar por siempre a Estefanía porque si le ocurre suicidar a su corazón es porque en el alma desea dejar a Estefanía por proteger a su propio corazón de una daga punzante o una espada filosa o una estocada fuerte y así hacer proteger a su débil corazón. Susana cree y siente que Estefanía le engaña con otra mujer, pero, aunque lo cree, no es así. Y, Susana se halla en el lago tan hermoso cuando lo visita por última vez y cruza el lago, a la avenida, a la calle, al parque, al camino oscuro, llega hasta el río y al zaguán a buscar a su eterno amor, luego de pensar, analizar, imaginar y fraguar lo que su corazón quiso: una vida y un corazón para amar. Susana logra que su corazón ame y que su amor sea verdadero con el alma unida al alma de Estefanía. Susana busca a Estefanía y logra enredar su amor, su pasión, su ternura y más su corazón por amar vehementemente. Susana logra amarrar en su corazón al amor de Estefanía y logra subrayar el amor con la pasión vehemente que le llama tanto la atención hacia la mujer que tiene a su lado llamada Estefanía. Susana desea converger entre el amor de Estefanía, pero, la fuerza y la debilidad en su corazón que debilita la fuerza en querer seguir amando a Estefanía cuando comenzó a pensar acerca del suicidio, pero, el abrazo cálido de Estefanía le hizo ver al cielo, a la luna y al sol como un mismo mundo ya que sus mundos son tan diferentes. Susana se debate entre el amor de Estefanía y el suicidio en su propio corazón, pero, es más fuerte el amor y el abrazo de Estefanía por el suicidio que deseó perpetrar Susana en su propio corazón. Susana comienza a impartir destrezas, habilidades y buenos deseos en sobrevivir y sin perpetrar un suicidio. Susana comienza su vida como de costumbre con la faena encima y amando a Estefanía cuando en su corazón sólo existe ésa mujer llamada Estefanía, que la ama y que nunca podrá dejar de amar porque Susana se debate entre un ir y venir lejos de la fantasía a la realidad.
Susana quiere deliberar la vida y su existir contra la eterna superación en superar un suicidio, pero, el amor y el abrazo de Estefanía la llevan, la elevan y la enaltece hacia un cielo lleno de sol. Si, Susana siente y presiente en su alma elevar lejos de su propia alma, de su propio cuerpo y de su propio corazón el amor de Estefanía y siente que Estefanía no es para ella ni para nadie. El amor tiene una llave y es la pasión indeleble en el corazón de Susana cuando en el alma se debate una atracción efímera, pero, tan real como poder solventar el amor en cada recóndito en el corazón de Susana. Susana piensa y cree que el derrumbe total de sus pensamientos y de su imaginación fraguando un suicidio delibera que Estefanía no es mujer para nadie ni mucho menos para ella. La vida en Susana comienza a derretir el comienzo de un sólo amor y era por el amor de Estefanía. Si, Susana cree y piensa en su cometido en poder ser a ciencia cierta que Estefanía no es para ella ni para nadie, su fuerza y su valentía le hacen merecedora de una sola soledad, si posee uno de los carácteres más fuertes en voluntad. Estefanía es una mujer fuerte y tan eficaz como el tormento o como el desastre de creer en el comienzo pertinaz y tan forzoso en poder creer en el instante sosegado en ver la ilusión de parte en parte y sin ver completa la ilusión quedó abatida mortalmente. Si Estefanía corrió ser la mujer de Susana y más el verdadero amor de Susana cuando logró derribar ríos, lagos y montañas y todo por ese amor por ser una mujer lesbiana amando como nunca sin olvidar la primera relación de antes. -¨Estefanía no es para ella ni para nadie¨-, se dice Susana. ¿Y era verdad o no?, sólo se sabe que en el imperio sosegado del tiempo, el tiempo le otorgó la única razón. Y Estefanía corre como ser la única mujer en el corazón de Susana, cuando a la verdad que Estefanía no es mujer para nadie ni para Susana. Cuando en el alma de Susana se enaltece de iras, de insolvente amor y de una pasión indeleble y mortal edificando la misma fuerza en el alma y al más débil corazón amando sólo a ésta mujer llamada Estefanía. Si Susana cruza un zaguán, un río, un camino oscuro, un parque, una calle, una avenida y llega hasta el lago tan hermoso y más como la fuerza en el alma por poder creer en sus pensamientos para que pueda pensar e imaginar cómo las piedras del río no llegan al lago. Y es el amor de Estefanía que no logra llegar hasta el corazón de Susana. Cuando el amor arde como el dolor y como el mismo instante en que se cuece la pasión a fuego lento. Cuando Susana se eleva hacia el destino frío e insípido por poder creer en el alma viva y sintiendo el fuego por demasiado ímpetu en poder hacer de la vida un sólo destino frío. Si Susana se siente como el ave sin poder volar lejos y más con alas mojadas que entorpecen su destino. Porque Susana se siente como el fuego clandestino de creer en el alma sagaz de mirar y observar la pasión fugaz dentro del corazón en Estefanía, cuando la ama con dolor, con pasión inerte y tan fugaz dentro de su propio corazón. Y Susana se pierde en el recelo de la vida y de la existencia dentro del alma sosegada en mirar hacia el otro extremo de su propio corazón. Cuando en el alma y más en el tiempo penitente se cuece de tal forma y de tal manera que el destino y el camino frío se percibe como el silencio autónomo en dar una sola señal y es que el amor de Estefanía no es para nadie ni para Susana. Y Susana creyendo en el mal sosegado del imperio de sus propios ojos, se le llena el alma de luz observando a los ojos llenos de caricias de Estefanía. Y Susana callada, retraída, sosegada, y con una templanza de esas en que el juego del amor empieza a caer por el temor a la pasión inerte e inmóvil de un corazón sólo amando a Estefanía y como se ama a una mujer lesbiana.
Estefanía deja de tal manera y forma a Susana, al amor, a la pasión y a la vehemencia carnal de Susana. Cuando Estefanía comienza a destruir la forma de atraer la vida y la manera de ver la solución correcta en atraer a la vida y más al desconcierto frío y autónomo cuando en el alma de Susana siente sólo correr de dolor por unas lágrimas de un desamor. Si Susana cree y siente que su mundo es real como el destino frío de Estefanía, pero, en realidad que cada una, tanto Susana y Estefanía tienen un mundo de clase y aparte. Si Estefanía dejó de amar a Susana, y se siente como el dolor frío e inconsistente de dar un dolor en el corazón de Susana y arde como el silencio autónomo en una terrible imperfección en el alma sin amor. Cuando Estefanía deja de amar a Susana y por otra mujer más joven que ella, más valiente y más fuerte como le gusta a Estefanía en amar con ímpetu y voluntad fuerte. Si Estefanía le agradó amar con fuerza y voluntad y con el alma dispuesta a querer y entregarlo todo, pero, el amor y la pasión y la vehemencia, sólo, en el corazón se satisface la manera de creer y en amar lo que siente en el alma Estefanía en dejar un desamor en el corazón de Susana. Cuando en el alma sosegada e impetuosa como el dolor de Susana quedó como órbita atrapando el dolor y el sufrimiento a cuestas de la sola razón. Y, Susana, quedó como el silencio o como el sabio instante que el amor se fue de su solo corazón cuando en el tiempo quedó como un silencio total. Y el amor de Estefanía quedó sin caricias, sin abrazos, sin sentimientos ni amor en el corazón de Susana. Y Susana pensando nuevamente en el suicidio queda automatizando la forma de haber amado a ésa mujer llamada Estefanía por parte de una mujer que la amó desde la primera vista. Y Susana quedó como el instante queriendo amarrar el alma al amor y a la luz en el corazón de Estefanía. Y, Susana, queriendo amarrar el destino y a la frialdad dentro de su propio camino cuando cruzó el zaguán, el río, el camino oscuro, el parque, la calle, la avenida y hasta poder llegar a un lago tan hermoso donde conoció el verdadero amor, a Estefanía. Cuando en el alma de Susana quedó como la órbita lunar atrapando el dolor y el sufrimiento frío y tan adyacente a la forma en observar lo que creyó que era una mujer amada y muy apasionada y vehemente al amor de Estefanía. Y Estefanía se lo expresa a Susana cuando en una tarde llena de sol, de resplandeciente luz y de todo un sol perpetra una sola insistencia en dejar en soledad a Susana. Y a Susana le cae como bomba sin explotar la solución que halla a ésa mujer por dejar a Susana, una virtud, un amor y un corazón en la sola soledad. Y Susana, sólo piensa en su desdicha, en su desgracia, y en su infortunio, y en la única tragedia que le ofrece Estefanía, por dejar en soledad a Susana. El desamor de Estefanía se fue de rumbo y sin dirección alguna y dentro del alma de Estefanía y con un fuego voraz como en el alma en un sólo sosiego y en una paz incontrolable se edificó el alma de Susana en querer perpetrar un suicidio, pero, no, no aún era posible cuando en el alma de Susana era un terrible dolor. Y Estefanía deja de amar a Susana cuando ella le ofrece un abrazo cuando Susana quiso suicidar a su corazón, pero, no, no fue aún ni todavía era posible que Susana se suicidara. Y, Estefanía, quiso ser como el alma eficaz o como el tormento cuando quedó como la sola soledad y como el sólo deseo en volver a amar, pero, a una mujer fuerte, con voluntad y sin ser callada, ni retraída ni sosegada ni con una templanza de paz. Porque, Susana arde como el tiempo, con el deseo y con el combate en quedar en soledad cuando Estefanía abandona a Susana en el amor y en el alma con la luz del deseo, la fuerza y la voluntad, cuando arde como el fuego voraz.
Susana siente en su alma, en su corazón una fuerza y una fuerte voluntad sin amar jamás a ninguna mujer. Y Susana cruzó el zaguán, el río, el camino oscuro, el parque, la calle, la avenida, y hasta llegar al lago hermoso y con sus propios ojos quiso como ninguna mujer amar a lo conocido y fue a ésa mujer llamada Estefanía y por última vez y antes que Estefanía la dejara en sola soledad. Susana la tomó, otra vez, delicadamente por sus grandes senos, su cintura divertida y sus caderas graciosas y le ha hecho el amor con una pasión, una vehemencia carnal, y un amor dentro del corazón. Susana quiso hacer el amor y sí, que lo hizo, tomó a Estefanía en paz, y calurosamente hizo el amor con ella, dejando el deseo y la pasión fuertemente y sus olores en cálida tempestad. Cuando arde el amor entre dos mujeres que se aman homosexualmente y siendo dos lesbianas abren el silencio autónomo en creer que el amor está sólo en el corazón y amando como nunca antes sólo se siente y se percibe como un corazón al derriere de unas espaldas amadas como nadie más y nunca más. Cuando en Susana arde el deseo y el amor en cada recelo de la vida y de la existencia quedó como en el alma un sólo corazón amando como nunca más. Si en Susana y el anhelo quedó como la fuerza en amar a ésa mujer y quedó completamente desnuda sobre el lecho de su habitación y muy apasionadamente y con cálido abrazo quedó Susana debatiendo una sonrisa llena de clamor y de una sorpresa en el cálido tormento cuando ama a ésa mujer llamada Estefanía. Y cuando Susana ama vehementemente y apasionadamente a Estefanía se encrudece por cruzar un zaguán, un río, un camino oscuro, un parque, una calle, una avenida, hasta lograr llegar a un lago y tan hermoso como la propia luz de sus propios ojazos. Cuando, en el alma de Susana escucha un adiós por parte de Estefanía y fue ese último instante que amó como nunca jamás, y cuando escucha ese último adiós, fue cuando su vida petrificó en el ademán y tan frío en cruzar un lago, una avenida, una calle, un parque, un camino oscuro, un río y hasta lograr llegar a un zaguán. Y fue cuando Susana quedó maltrecha, desolada y adolorida por ese último adiós que le expresa su amor verdadero, Estefanía a Susana. Y, sí, que fue a primera vista el amor entre Estefanía y Susana en aquel lago y después de ese instante emana lo que se llama pasión y por el amor vehemente. Y Susana se queda sintiendo, imaginando y pensando en nunca jamás amar a ninguna mujer. Si fue a primera vista aquel amor entre Estefanía y Susana, pero, Susana decide nunca más amar a ninguna otra mujer, ¿y fue así?, si Susana cruzó el zaguán, el río, el camino oscuro, el parque, la calle, la avenida y hasta llegar a un lago y regresó a encontrar el amor…sí…
FIN