jvnavarro
MUDAS DESDE SIEMPRE ESTÁN LAS ESTATUAS
Como siluetas que solo buscan
estar allí donde siempre estuvieron
se alzan mudas desde siempre las estatuas
que asemejan guerreros salidos
de una oda inconclusa en que muere quien más ama.
Así la vida queda ya convertida
en un mar de miradas,
el día caminando cerca
de donde se para uno
para leer un soneto,
para marcar una página.
Minas profundas de palabras
se convierten en una especie de moradas,
allí las uvas son la dulzor
con que se emborrachan quienes abusan del vino
en las tabernas llenas de ficticias esperanzas.
Unas siluetas a través de los cristales miran
lo que en esos interiores pasa.
El silencio canta canciones
que en los oídos se apagan,
igual da que la música sea de piano que de arpa,
que sea de trompeta que de guitarra.
Así todo es posible en este lugar en el que manda
la ley del que más ama,
la verdad de quienes viven sus quereres con elegancia.
¿Podrás tú que te sabes rey sin patria y pobre sin nada
a través de rituales de esos que ponen en pie a las almas
hacer que germinen los besos, las caricias
y las dulces miradas,
regado todo con esas aguas
que para cuando caen son ríos
que escriben bellas páginas?
Se esparcen y crean espacios
en los que viven quienes entre si se aman,
entre higueras y adelfas y entre huertos y alamedas
con sus pinos y olmos y robles
y emociones caídas desde lo alto de una cascada.
Como una tierna masa
que con las manos se aprieta y se extiende
antes de hacer con ella pan de harina de trigo
bajo la mirada de las mujeres de la casa,
que son del querer ellas sus amas,
pasa esta tranquila noche ya mañana.
Sobre estos principios escribimos,
nada más de esto se guarda,
por aquí las gaviotas planean
mientras alguien con navaja de barbero se afeita la barba.