Me oculto del mal, pero le conozco bien.
A veces, le he temido, pero soy su dueña.
Ante las dudas, yo me escondo, también.
Con tener ese poder, mi ávida alma sueña.
*-*
Cuando despierto el cansancio me agobia.
Es que he tenido la gran lucha en el astral.
Y yo nunca, me he visto, vestida de novia.
Sé qué no me casaré en nuestra Catedral.
*-*
En verdad, no creí que casarse, era difícil.
Miles de papeles, he tenido que entregar.
Creo que, no casarse, es mucho más fácil.
Pero, cómo decir: Papá no me voy a casar.
*-*
¡Señor, qué cosa tan difícil, eso de casarse.
Tengo el sentir que, mi vida, va a enredarse!