El Corbán

EL SUSPIRO Y EL VIENTO

En el ocaso etéreo, un suspiro se desvanece,

víctima del viento, en su cálido abrazo, perece.

Entre susurros de hojas, su esencia se deshace,

un eco efímero, al viento se entrega en fugaz desenlace.

 

En el infinito firmamento, su eco se disipa,

como un susurro de pasión que en el viento emancipa.

En la suave caricia del aire, su susurro se transforma,

un suspiro de amor que, con orgullo infinito, reforma.

 

En la danza del viento, se convierte en un tifón, un huracán fuerte,

Más el suspiro se pierde, un también anhelado, estertor de muerte.

En el lienzo del cielo, su susurro se funde,

un suspiro fugaz, que al éter se confunde.

 

En este vaivén de emociones, soy el efímero suspiro que buscas al volar,

y tú, Matías, mi hijo, el viento que todo consigue abrazar.

En la eternidad del amor, nuestro lazo se forma con ternura,

unidos por el destino, en esta vida compartida, nada lamentes, ¡qué aventura!